La palabra
Publicado en el Semanario Vista Alegre en Junio de
2008
Durante el fin de semana, fueron diversos los actos relacionados con “la palabra” y en consecuencia con el libro. Desde la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, al Centro Cultural Virgen del Carmen, llegando a la Plaza de Miguel Hernández; los libros y los amantes a la lectura, han podido recorrer la ciudad. Los diversos actos organizados, tuvieron como protagonista “la palabra” en la faceta de relato, dialogo, poema, etc., como parte del pensamiento creativo y siendo al tiempo, vehículo de sentimientos. Se podría decir como metáfora que “la palabra” ha sido sembrada en la tierra fértil de quienes deseaban ensanchar el espíritu a través del instrumento de expresión, educación y comunicación por excelencia: el libro. Cuando la UNESCO propone la celebración del 23 de abril, como DÍA MUNDIAL DEL LIBRO, pretendía ante todo fomentar la lectura. Y cada año, se movilizan en esa fecha, personas de todas condiciones y culturas, insistiendo sobre la función que el libro desempeña en la educación, cultura y ciencia en todos los tiempos. También se ha puesto de relieve la doble vertiente de ser a la vez mercancía y obra que habla del ingenio humano, destacado la dimensión lingüística como instrumento de expresión. Aunque últimamente estamos acostumbrándonos a ver, desde los políticos a las personas de a pié, como “la palabra” se utilizada como arma arrojadiza, en ocasiones sin saber que se está diciendo. Pero como los buenos vinos, las palabras deben conservarse con extremo cuidado antes de ser usada.
Hay
que paladear con esmero cada palabra para sentir el significado, sacarle el
jugo y aprender el profundo efecto que puede lograr si se usa acertadamente. La
palabra usada con acierto y en el momento preciso, puede lograr lo que no logra
cualquier otra acción. Tenemos el ejemplo, en la frase de nuestro Monarca y su
frase: ¡Por que no te callas!.
Sinceramente,
creo que el mundo no ha sido el mismo desde entonces, ¿no? En cambio ¡Qué
placer da el lanzar una palabra con la conciencia de que causará más efecto que
un huracán! Sólo los grandes artistas de la palabra pueden darse el placer del
sibarita verbal... Lo cual no significa que cualquiera pueda alcanzar ese día
glorioso. Sólo es necesario medir las palabras, calibrar su fuerza y saber lo
que se dice. El esfuerzo vale la pena, sobre todo si se considera que podemos
transformar nuestro entorno y hasta el país si comenzamos a practicar este arte
mañana mismo. En tal caso, y si tuviera que elegir una palabra, elegiría
“libertad” ya que sin libertad la vida no merece la pena. Y si a la libertad le
asociamos una imagen, esta es sin duda, sería la del mar, símbolo de todas
libertades.