Nuestra Mar
Publicado julio 2011
Un año más nos
encontramos en esa festividad tan hermosa y arraigada a las ciudades costeras
de toda España como es la Virgen del Carmen. En Torrevieja tan solo la
festividad de la Inmaculada, la supera en devoción y cariño de su gente. Incluso
si preguntáramos a cualquier ciudadano torrevejense, si conoce la salve
marinera, podremos ver que son muchos los que contestan afirmativamente.
Sin embargo tendríamos
que remontarnos a la edad media, para descubrir que al nombre de María se le
atribuye un significado especial, casi poético, como es la referencia a
“estrella del mar” (en latín Stella Maris). Curiosamente, el apelativo Stella
Marís forma parte de los primeros compases de esa plegara que en voz de los
hombres de la mar, cantan en su festividad a la patrona, la Virgen del Carmen.
Fue en la edad
media, cuando los carmelitas aclaman a María como la “flor del Carmelo y la
“Estrella del Mar”. Su denominación procede del Monte Carmelo, en Israel,
nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como
“jardín”.
Pero ¿de donde
viene el patronazgo de la Virgen a los marinos?
En el siglo
XVIII, siendo ya popular la festividad de la Virgen del Carmen, el almirante
mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra, ve que la celebración puede ser
promovida entre los hombres que él dirige. Acierta en sus previsiones, tanto
que a partir de ese momento la marinería española, sustituye al patrón “San
Telmo” por la devoción a la Virgen del Carmen. De hecho, aun hoy en muchos
lugares y pueblos de España, comparten patrocinio, como entre los pescadores
también lo comparte con San Pedro.
Pero en ésta
celebración es necesario hablar de la gente de la mar.
Pero antes,
una pregunta: ¿Quién, en Torrevieja, no ha sentido esa llamada del mar? ¿Quién
no se ha imaginado a bordo de un velero, o un barco de remo?
Es fácil verse
navegando a bordo de un barco sintiendo el vaivén de las olas, ser capaz de
crear tu propia Odisea, viendo lo infinito de la mar a la que se llega a
conocer solo a fuerza de navegar durante años. La mar puede ofrecer cuanto
guarda en su interior, o llevárselo todo (hasta nuestra vida) en cuestión de
segundos. Hoy, aquí, una nueva generación de hombres y mujeres crecen a orillas
de la mar, una generación que comienza a descubrir el Mediterráneo, y en él, lo
enigmático de su historia. La mar atrae, con ese olor a algas que dejan un
sabor salino capaz de seducir, capaz de mostrar mil sensaciones. Así es nuestra
mar.
Pero es el día
de la Virgen del Carmen, y hoy quisiera finalizar elevando una plegaria por los
marinos, pescadores y cuantos ven en estas aguas un futuro en calma:
¡Oh Madre tierna, intacta de hombre,
a todos tus hijos proteja tu nombre,
Estrella de la Mar!