Pre-fiesta
La Semana Santa está ya tan cerca que casi se huele a incienso y parece que resuenan los tambores en las esquinas del pueblo. Pronto el Domingo de Ramos llamará con insistencia para que no se cumpla el refrán “Domingo de Ramos, quien no estrena no tiene manos”, pero se nos dibuja en el horizonte festivo de Torrevieja otra celebración que nos pone las palmas arriba (y no me refiero las que han de bendecirse) sino las que por bulerías y sevillanas se agitan en la Feria de Sevillanas de Torrevieja (anteriormente Feria de Mayo)
Organizado por la concejalía de Fiesta del Ayuntamiento y contando
con la colaboración de la Casa de Andalucía, se presenta el programa de actos en
la Preferia. Y es que aquí en Torrevieja, como en cualquier ciudad que se
precie, además de las fiestas están las pre-fiestas y pos-fiestas, para eso
somos una ciudad donde el mayor capitulo de cara al visitante de siempre y el turista
de paso, es sin duda el de ¡la fiesta! o fiestas en plural, ya que en un solo
mes podemos multiplicarnos como los panes y los peces, para acudir a los
distintos actos organizados.
Volviendo a la feria (la de mayo) hemos de reconocer que ha
hecho un gran camino… ¡nada menos que 31 año! son los que viene celebrándose en
Torrevieja, y del 10 al 14 de mayo podremos
disfrutarla. Esos 31 años representan tres décadas
de la historia de la Feria. 31 años de existencia no es un tema menor, a este
lapso de tiempo se asocia el abandono de la adolescencia, una extensa carrera y
en este caso, un evento que está declarado de Interés Turístico
Provincial. Así la Feria se ha convertido en un referente de nuestra ciudad
atrayendo hasta aquí, personas venidas desde todos los rincones de España.
El próximo día 8 comienza
para los torrevejenses lo que se llama
la Pre-feria, y por lo que hay que celebrar
promete ser una buena pre-feria. Es el momento del cartel, el abanico y la danza. Es la romería y la
misa, el desfile de caballos y carruajes. Y
por unas horas/días, las mujeres sacan los trajes de
flamenca, se miran los avíos, se compran los detalles y para los que ya están
con ganas de fiesta se cuecen en el horno la próxima feria. Ya se sabe que a los festejos de
farolillos y casetas va cualquiera. Pero hablo de Preferia, todavía sin
farolillos y sin el público que viene “a la Feria a tomar unos rebujitos con
sombre de ala ancha”.
Acuden a la Preferia una afición
entendida, no enterada. Un “enterao” es distinto de un entendido. A veces los actos
que tienen lugar en Feria están llenos de enterados, con muy pocos entendidos.
Es normal, son días de aceptar a todo el mundo, es el turismo y son las ganas
de lucir los trajes de faralaes, la guitarra y el cante. Pero no olvidemos algo
importante: la Prefería, es para los de casa.

