Quien tiene agua tiene un tesoro
Mientras que en
muchos lugares el agua se da por hecho, en otros es un recurso escaso debido a
la falta de la misma o a la contaminación de sus fuentes. Aproximadamente 1.100
millones de personas, es decir, el 18 % de la población mundial, no tienen
acceso a fuentes seguras de agua potable, y más de 2.400 millones de personas
carecen de saneamiento adecuado. Los
suministros de agua dulce son esenciales para la supervivencia y el desarrollo,
como también son motivo de conflictos y disputas, y sin duda fuente de
cooperación entre personas que comparten los recursos del agua.
El 22 de marzo,
Día Mundial del Agua, es un día donde llamar la atención sobre la gestión, recursos
hídricos y las características del agua, temas tan importantes como la
cantidad. El mensaje se debería centra en el bienestar humano, los ecosistemas
y calidad del agua. Un bienestar que pasa por saber como se tiene que cuidar el agua. En
la zona del Levante y concretamente en Torrevieja, lo del agua, es un tema de
suma importancia. Desde hace siglos, Torrevieja aprendió a cultivar el
agua del mar mediante la extracción de la sal y gracias a ello las salinas
producen toneladas de sal al año.
Por otro lado las
nuevas tecnologías, llevan, en la actualidad a desalar el agua del mar. Ejemplo
de ello lo tenemos también en Torrevieja con la mayor planta desaladora de
Europa y segunda del mundo. Sin duda el agua ha sido un tema que ha marcado diferencias en
cualquier época y lugar. Hoy como ayer, quien tiene agua tiene un
tesoro. Puedes ser dueño de tu huerto o de una parcelita en la urbanización...
pero sólo de suelo arriba. Si el agua es un bien escaso, como dice el tópico,
la lucha por su posesión es un mal abundante en el mundo.
-“Dad de beber
al sediento”- decía el mandato evangélico, que se convierte en mandato legal:
de beber al sediento... y de regar al los agricultores.
Si hay un
enfrentamiento con el que más se ha dividido España es el de la España seca y la España húmeda. Y para evitar
esto surgen las desaladoras. En el día Mundial del Agua se habla de la calidad
del agua, de ecosistemas y bienestar humano, mientras salen voces que apuntan
que la desaladora como alternativa es cara y contaminante, con elevados costes
de producción, aumento de la tarifa eléctrica, mantenimiento y reposición de
los equipos, incremento de CO2 derivado de la producción de energía, etc. Y
seguimos con lo que seguimos, con la lucha por el agua, algo que nos viene de
lejos.
-En un arranque
de imagen periodística, creo que incluso Goya ya pintó la barbarie que lleva dentro
el hombre, en el cuadro donde dos españoles
enterrados hasta las rodillas, luchan a garrotazo limpio. Se me ocurre imaginar
que ya discutían por el agua de los regadíos, viendo de quien era el canalillo de
agua que corría por la acequia.
Ni el
tradicional tribunal de las Aguas de Valencia, con su arbitraje entre lo seco y
lo húmedo, puede dar solución a tan escabroso tema. El agua es la división que
separa mucho más que derechas e izquierdas, ricos y pobres, católicos y
agnósticos, o madridista y catalanes a los españoles…
¿Dónde estarán
los zahoríes que recorrían los campos con su varita de avellano, en busca de una
gota de la deseada agua?

