Torrevieja es Torrevieja
Nunca
le ha costado trabajo a Torrevieja ser Torrevieja.
La
cosa viene de largo. No tendríamos que remontarnos a la época de la reconquista
o a las historias contadas por el valenciano Vicente Blasco Ibáñez, ya que Torrevieja
posee un marcado perfil junto al mar desde que se la conoció como Villa.
Teniendo claro este concepto y poniendo la mirada en el tiempo (medida que
marca los acontecimientos y los modos de pensar que forman la historia de los
pueblos) creo que este balcón a orillas del mar da un paso más.
El turismo hace ya muchos años que se encuentra en Torrevieja
como en su propia casa. Algo que podemos apreciar en la pasada Semana Santa y
primero de mayo. Tanto es así que hoteles y apartamentos ven una ocupación
que podemos pensar que supera el 80%, aunque la gran mayoría de los hoteles
alcanzaron casi el 100% lo que arroja muy buenas expectativas para la campaña
de verano. La afluencia masiva de turistas es visible en todos los lugares,
pero realmente lo es más en playas, paseos, terrazas, comercios y
establecimientos de hostelería.
Una
ciudad donde conviven más de 120 nacionalidades distintas, el turista
internacional venido en su mayoría de
Bélgica, Países del Este, Francia y los países escandinavos, posee una gran
importancia, sin olvidarnos del turismo nacional. Así Torrevieja ofrece, una
vez más, ese aire de ciudad que a orillas del mar confiere el perfil, no de
campanarios barrocos de conventos, no ya que al cielo de Torrevieja apuntan
torres con cientos de ventanas que a manera de ojos observan cuanto sucede a
sus plantas. Torres civiles con balcones al mar que saludan al visitante.
Otras
ciudades costeras ofrecen la historia envuelta en celofán. Torrevieja como nueva
“metrópoli” posee una clara características: la de mostrar al visitante una
puerta constantemente abierta para que acepten la tan apreciada amistad. Pero la
buena noticia es la reactivación del turismo, hoy nos encontramos en plena
Semana Santa y los pasos que procesionan serán lo más escuchado, para sorpresa
del visitante, vengan de donde vengan, no en balde en Torrevieja los visitantes
europeos ocupan un lugar destacado.
Pero abril se despide a las puertas de
mayo, en ese punto a Torrevieja le crece una pequeña ciudad de lomas blancas y
verdes en el puerto junto a la mar. Y si en su desconocimiento alguien pregunta
¿Qué es esto? La respuesta amen de fácil sería necesario explicarla: ¡Esto es
La Feria!
En
Torrevieja la feria es… el cante y el baile. Las casetas, la gente, el fino y
las guitarras. Es noche de “pescaito” y pañuelo atado al cuello. La Feria es la Portada. Y mucho
más, es la construcción de una pequeña ciudad en mitad de la ciudad. Una a
una toma forma las casetas y las calles. Mientras una nube de farolillos
cubre el inmaculado cielo. Son los últimos detalles. Todo está preparado… tras
la Semana Santa, nos vamos de Feria


