Abro esta ventana…



Abro esta ventana… un día más, con el ánimo de encontrar algo bueno, algo fresco para encaminar la jornada, y me doy de bruces con la noticia, buena para los alumnos y tranquilizadora para los padres, en cuanto al colegio Inmaculada de Torrevieja. Educación ha accedido a que tenga lugar una reubicación de cuatro aulas en otros espacios garantizando mediante certificados técnicos, que las clases que utilizarán los estudiantes son seguras. De esta forma los alumnos del Colegio Inmaculada Concepción podrán comenzar el lunes en ese mismo centro. Al parecer el colegio Inmaculada, comenzó a funcionar a principios del curso 1967-68, por lo que, podría decirse que cumple este curso los 50 años de vida, siendo sin duda el más antiguo de la ciudad.
Como antiguo podría decirse que es el siguiente protagonista, y que lamentablemente ha sufrido un duro descalabro. Me refiero al “Pascual Flores” pailebote cuya recreación impulsada por el PP, costó 4 millones de euros, y actualmente no está pasando un buen momento. En realidad hace bastante tiempo que está sufriendo, varado sin navegar, aquel que nació con ínsulas de lobo de mar. Hoy su mástil de popa ha cedido por la base y se ha hundido sobre sí mismo. De hecho "los palos están podridos", según información del concejal de Cultura, Domingo Pérez, aunque señala que "No hay peligro de que tumbe ya que está sujeto por los obenques y por la propia base del palo, que ha quedado sobre la cubierta". Un viaje duro el que emprendió el pailebote en solitario, cuando llegó a éste su puerto.
Como viaje duro y complicado emprende Pilar Gómez Magán, portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, al proponerse para "liderar" un cambio político en la ciudad. Dicho cambio pasaría por una moción de censura, que tendría que sumar los votos de Partido Popular, con once ediles y los dos de Sueña Torrevieja. Claro, siempre que las dos ediles de Ciudadanos estuvieran unidas en esta iniciativa.
Y para historias, la conocida como una historia con final feliz. Los protagonistas cuatro amigos franceses que encontraron en alta mar frente al litoral de Orihuela, una tortuga enredada entre botellas de plásticos y cuerdas. Fue este verano, dichos protagonistas pudieron acercarla hasta la costa de Torrevieja. Dieron aviso al «112» que a su vez activo a la Red de Varamientos. Llegó a la orilla en una camilla tirada por una moto náutica de una patrulla de la Cruz Roja. Los cuatro amigos que encontró el galápago acaban de visitarla en el Oceanogràfic de Valencia donde se recupera y, como no podía ser de otro modo, quisieron bautizarla. Ahora esta tortuga es conocida por Christine.

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