Cuentan de un sabio…
Septiembre
mes de comienzos: Comienza la rutina en el hogar, comienza los cambios de
tiempo, comienza lo que quedó aparcado cuando el calor hizo insoportable el
concentrarse y puestos a comenzar, comenzamos
con la realidad cotidiana del despertador, la rutina del trabajo, el
encuentro con los amigos, las prisas para ir al autobús del cole, el ajetreo
habitual en las calles de Torrevieja… La sociedad corre, todos corremos y casi
se puede oler a turrón y saborear el cava, cuando todavía tenemos atragantado el
bocadillo playero.
Aunque
me quedo con el desayuno en la cafetería y después a la “Plasa” a comprar el
pescado o la fruta fresca del día, mientras veo como los abuelos van al centro
de salud para “sacar” los medicamentos. Esto más que un comenzar, es el retomar
las actividad diaria que dejamos allá por el mes de junio. Pero si miramos
hacia otro lado, en ese comienzo, nos topamos de bruces con el perfil (ya tan
repetido) de los políticos. Y en esas estaba cuando, de pronto, se coló en mi
mente aquel cuento de Calderón que decía:
Cuentan
de un sabio, que un día/tan pobre y mísero estaba, / que sólo se sustentaba/ de
unas yerbas que cogía. / «Habrá otro», entre sí decía, /«más pobre y triste que
yo?»/Y cuando el rostro volvió,/ halló la respuesta, viendo/que iba otro sabio
cogiendo/las hojas que él arrojó.
Como
el tal sabio mejor no me quejo, aunque lo cierto es que tras el verano, llega,
no las rebajas… que a esas las conocemos, la sorpresa viene en forma de
impuesto. Y puestos a comenzar, comienza el pago del IBI (Impuestos de Bienes
Inmuebles) que debido a la crisis son numerosos los que se acogen al pago
fraccionado de sus impuestos para tratar de capear el temporal. Y para calmar
esta ansiedad que me intranquiliza, de nuevo recurro al poeta cuando dice:
“vivo sin vivir en mí…” y en éste sin
vivir de deudas, déficit e impuestos, me temo que tendré que dar cuenta hasta
del espacio que ocupa la jaula del canario por si contabiliza en el IBI. Todo
es vértigo y congoja y si alguien sale perdiendo, será el dolorido bolsillo de
contribuyente, ya que una vez más, en este septiembre candente el palo se lo
llevará el jornal.
La
vida es sueño… y como siempre, la frase es acertaba, ya que un sueño parece
cuanto sucede. El resto del mundo ha decidido no esperarnos ni siquiera para
caminar juntos y mucho menos para jugar, España y Madrid se despierta de un mal
sueño olímpico. Mientras tanto la vida pública española se va empantanando en
una berrea política que terminara… quien sabe si con lo que queda entre
izquierda y derecha, entre victoria y revancha, ya que la recurrente pelea
entre unos y otros aparece en el fondo de toda solución...
A
estas alturas y por mi parte no sé si soy el sabio pobre y mísero o quizás
aquel que “IVA” cogiendo las hojas que él otro arrojó. Cuentan de un sabio…

