El día universal del niño 20 de noviembre y...
Desde los organismos oficiales
como las Naciones Unidas o UNICEF, se ha recordado las cifras que demuestran
que existen dos mundo sobre todo para los niños. En un lado aquellos que se
quejan y se aburren. En el otro, niños que apenas pueden sobrevivir. De un
lado, niños con hogares y familias unidas. En el otro, niños cuya infancia se
ve truncada simplemente por ser de otra religión o vivir en un determinado
país. De un lado, comida, ropas, juguetes; del otro, un simple pijama día tras
día. ¿Os suena de algo? así es la realidad infantil de nuestro mundo como “El
niño con el pijama de rayas” de John Boyne,
distintas realidades como las rayas de un pijama, que no se cruzan ni se
mezclan. Los adultos hemos de tener claro que un niño no es, solo, ese ser
frágil que corretea por casa y que necesita ser protegido de un entorno, en
ocasiones hostil. Un niño es una persona que tiene el derecho a ser educado,
cuidado y protegido dondequiera que haya nacido. Tienen el derecho a
divertirse, y ante todo el derecho de aprender y expresarse. Un derecho que no
solo hemos de recordar un día al año. Cuando un bebe llega a casa, es capaz de
trasformar por completo el día a día de ese hogar. A los compromisos que
adquirimos, se añaden los de la educación y crecimiento, sin olvidar que un
niño trae numerosas satisfacciones. Por otro lado, si les diéramos oportunidad
a los niños ¿que opinarían de sus padres? ¿Qué opinarían de su entorno y cuanto
sucede? Teniendo presente a los niños y
niñas que en otras partes del mundo sufren y se les está robando la infancia.
¡Que Dios nos coja confesados por ello!
Pensemos en esas preguntas que tienen difícil respuesta, como son las
diferencias tan tremendas entre los niños. No perdamos la oportunidad de
aclararles sobre la necesidad y el compromiso que debemos tener para que los
muros no existan jamás.
La historia enseña y es un
camino para formar a los niños. La educación, reside en esa oportunidad que
aparece ante la inquietud de los niños sobre algún tema. Como padres, debemos
despertar mentalidades abiertas, crear consciencias, y animarles a vivir y a
respetar a los demás, independientemente de las diferencias que puedan existir.
Nos pueden separa muchas cosas, pero el respeto y, la amistad, es el camino
para la unión. Que se expresen con su característica sinceridad y que nos
cuenten cómo nos ven a nosotros, sus maestros, sus padres… Eso sí que sería una
buena forma de celebrar el Día Universal del Niño. Muchos de esos niños nos
pueden decir que no les dejamos hablar, que no los escuchamos, porque,
realmente, los consideramos inferiores, sólo proyectos de personas. Pero lo
peor es que tal vez, tengan razón.
