CUARESMA Y TIEMPOS DE ESPERANZA
Los prodigios de Torrevieja, son
las sorpresas que te da la ciudad. Nunca acabas de conocerla, por mucho que te
bebas los vientos por ella. Así Torrevieja me da la oportunidad de ver llegar la
Cuaresma.
El poeta que nació rodeado de
naranjos intuye la llegada de la primavera. Yo sé cómo llega ese tiempo de
bando de ceniza que anuncia el camino del cortejo de luz primaveral. Llega cómo
llega todos los años. De la mano del desagravio al Hijo de Dios. Me di cuenta
perfectamente este Domingo de Carnaval.
Estaba rodeada del sonido cercano a los ritmos calientes. Fue entonces
cuando surgió la paradoja. La Cuaresma estaba por llegar, y el cielo se cubrió
de color ceniza. Tras el desfile, la fría neblina se imponía como ceniza de
brasero sobre la ciudad, avisando en el cielo plomizo, que habría de Resucitar
el Hijo de Dios.
Pasó el Miércoles de Ceniza. Y lo
que Torrevieja vivía era la desaparición de personas queridas por todos: Walter
Herzog Cánovas, Paco Minguez y Cesar Mateo. Se marcharon para no volver, al
tiempo que conocíamos la programación que la Junta Mayor de Cofradías, que como
hace anualmente coincidiendo con el Miércoles de Ceniza, dio a conocer su
programación de actos cuaresmales. Anuncio del que ésta por llegar.
Ah, rarezas del momento, en éste febrero loco,
llega el viernes y parece que en algunos lugares de nuestra geografía la nieve
y el frío continúan acompañándonos, dejando una España blanca, mientras en
Torrevieja a intervalos disfrutaremos de buen tiempo de forma que la luz de
ceniza, se trasforme en el dorado brillo, cuajado de esperanza, que nos ofrezca
un anticipo primaveral a la ciudad. Así surge lo más terrenal. El turismo que
acude por ese microclima que en ésta tierra se disfruta.
Como si se tratará de un
verdadero espíritu… el espíritu informativo capaz de captar la atención del
público, se centró ésta semana en ese 80% de los casos de cáncer infantil
diagnosticados en la Comunidad y que se logra superar «por la mejora de los
tratamientos», según afirmó la consellera de Sanidad, Carme Montón que dio a
conocer los últimos datos con motivo del Día Internacional del Niño con Cáncer.
Estos mismos datos desvelan que el último año se diagnosticaron 170 nuevos
casos de cáncer en menores de 20 años de la Comunidad, al tiempo que su
incidencia se ha estabilizado desde 1991. «La supervivencia a cinco años del
diagnóstico ha mejorado con el tiempo debido a la mejora de tratamientos de
algunos grupos tumorales, pasando del 60% al 80%», recalca la titular de
Sanidad. Con su luz propia, brillan los pequeños que luchan por sobrevivir, y
se escucha por todos los rincones el anuncio de los logros alcanzados, en esa
Cuaresma que viven ellos y sus familias. Todos ellos esperan. Sosegados y en
calma, como corresponde al tiempo de Cuaresma. Silenciosos a la par que
expectante, como corresponde a las noticias deseadas de una recuperación
confirmada. Mientras apenas se ve pasar a la vieja doña Cuaresma en solitario,
mientras se especula con la llegada de una cura y su efecto renovador. Al
tiempo que nuestros hijos y nietos continuarán de nazarenos o capirotes que
anuncian la Resurrección, el futuro es de las innovaciones en éste campo.
Sí he visto llegar la
Cuaresma palpado la cercanía de esa luz
mortecina. La gran fiesta de la Pascua está por llegar. Y escuchamos repicar
las campanas señalando el gozo, pareciendo que a Torrevieja se la bendice con
la Resurrección. En realidad es el cortejo de luz primaveral que se instala
entre nosotros.
