FRíO DE AYER Y HOY
Hoy
al abrir la ventana, y sentir el frío en el rostro, veo que el tema para hablar
no puede ser otro que “el frío”. Continúan las nevadas y siguen bajando las
temperaturas en toda España.
Pero
si echamos la vista atrás, podemos recordar a nuestras madres cuando nos
embutían en gruesos leotardos, calándonos hasta las orejas los gorros de lana.
Los charcos se helaban y salían sabañones. Esa ardua tarea la aprendieron de
sus madres que sufrieron el frio de la guerra. Frio que se calentaba al calor
del un brasero. Hacia frio, frio de verdad. Época sin Agencia Estatal de
Meteorología (Aemet) que nos avisara del mal tiempo
Hoy
ya sabemos que en sistemas montañosos de Aragón, Cataluña y Comunidad
Valenciana y de forma más débil en la mitad norte peninsular tendremos nieve.
Pero
si pensamos en el frio, nada como lo que se dibuja en el rostro de los sin
techo. En ellos se refleja la dureza de esta situación, más en los meses en los
que el frío aprieta
Cruz
Roja Valencia es una de las organizaciones que atiende a este colectivo en
virtud de un proyecto de atención a personas en extrema vulnerabilidad y sin
hogar.
Cada
martes y jueves, salen en busca de los sin techo, bien tras avisos vecinales o
bien por iniciativa propia, y les ofrecen todo tipo de ayuda: ropa de abrigo,
productos de higiene, asesoramiento e información sobre los recursos de que
disponen e incluso acompañamiento a los mismos.
En
la capital valenciana, al menos 404 personas viven de forma permanente en las
calles de la ciudad, la mayoría de ellas viven en condiciones de alta o muy
alta vulnerabilidad, según datos de RAIS Fundación, entidad sin ánimo de lucro
que lucha contra la exclusión social, especialmente de las personas sin hogar,
y que colabora con el Ayuntamiento de Valencia.
Desde
hace décadas, la pobreza extrema en las ciudades se asocia con la imagen del
transeúnte. Sin embargo, si bien las personas que viven 24 horas en la calle
son la parte más visible de la exclusión residencial, no es la única.
