ABUELA SOFÍA
Hoy abro la ventana y veo con tristeza como un “simple” gesto puede dañar a una persona. Y si esa persona es una abuela (tenga o no corona real, aunque creo que para todos los nietos o nietas, las abuelas tienen esa categoría de reyes o así debería ser) el gesto de desprecio alcanza cotas impensables. Por dura o fuerte que parezca la frase, estoy convencida que ninguna madre es capaz de dar el amor que solo puede dar una abuela a sus nietos.
Aunque estamos pendientes de noticias como sucesos en Cataluña, el clima de una primavera loca, los plenos o las ocurrencias del presidente americano etc., todo ello no son más que titulares que llaman nuestra atención a diario. En cambio, el desaire a la principal abuela de España, por parte de su nuera y nieta, es casi imperdonable. En primer lugar porque es “abuela” y además porque Sofía ha demostrado a lo largo de su vida, saber estar en todo momento.
En mi caso, como abuela no entiendo que se intente sacar de la vida de un niño (en este caso una niña que tendrá un alto cargo en nuestra España) a su abuela. De ella puede aprender muy bien lo que es compromiso, responsabilidad y sobre todo sensibilidad y ternura. Los abuelos hacemos bueno aquel refrán que dice: El roce engendra el cariño. Sin duda se necesita mantener los lazos familiares unidos para crear ese germen llamado “cariño” algo que en las imágenes que han volado por las redes sociales, no se ve. Si se pregunta a cualquier abuelo, dirá que ser “abuelo” es un sentimiento que engrandece y ellos (los nietos) han de vivirlo con naturalidad. Para ello, siempre es bueno tener a un abuelo o abuela cerca y por lo que está trascendiendo, estas niñas… ¡no tienen abuela! al menos paterna.
No creo que una abuela tenga que mendigar el amor de sus nietos, ni que deba guardárselo por falta de entendimiento con su nuera. El amor de los abuelos ha de entregarse a los nietos de frente, y eso, por lo que se ha podido ver, parece difícil. Imagino que en este caso, la abuela ha de guardar los besos a sus nietas y las caricias en su corazón. Lo triste es que las imágenes que corren por todos lados, gracias a la tecnología, quedarán para que Leonor las pueda ver algún día, entonces quizás entienda que el amor de su abuela, es algo que ningún niño debería perderse. Tampoco los abuelos deberían perderse el amor de sus nietos. Al fin, los abuelos son las raíces, el pasado, la historia, la familia y nuestra sangre. En este caso, sus abuelos, han sido quienes dieron paso a que hoy, sus padres, sean los Reyes. Leonor ha de saber (como lo sabe cualquier nieto) que a lo largo de su vida, que ojala sea plena y feliz, cuando tenga momentos de tristeza, pena o desilusión, sus abuelos estarán junto a ella, para acogerla y ayudarla siempre. Después de todo, ella tiene a toda una Reina como abuela
