AUTISMO Y HANS CHRISTIAN ANDERSEN
Hoy cuando abro mi ventana quiero
mencionar que ayer lunes 2 de abril todos los grandes edificios y monumentos
del mundo fueron iluminados de azul como una forma de crear conciencia sobre el
Autismo, en el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
La tasa del autismo en todas las
regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus
familias, las comunidades y la sociedad. El autismo es una discapacidad
permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad.
“Su fortaleza es fuente de inspiración;
merecen todas las oportunidades posibles de educación...”
La Asamblea General de las Naciones
Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación
sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las
condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno. Son
muchos los desafíos que hay por delante para los padres y familias donde uno de
sus miembros padece de autismo.
Existen varios tipos de trastorno
autista, aunque todos tienen en común retrasos significativos en el desarrollo
del lenguaje, problemas de socialización y conducta o intereses inusuales. En
el grado más severo se encuentran los que carecen de lenguaje y entre los más
leves aquellos que padecen síndrome de asperger, con dificultades solo en el
ámbito de la socialización. Estos últimos suelen presentar capacidades
intelectuales superiores a la media, son capaces de cursar estudios
universitarios y desempeñar en la vida adulta trabajos cualificados, aunque
pueden estar condicionados por sus dificultades de socialización. Según los
expertos lo primero es aclarar que no es una enfermedad, sino una condición
neurobiológica y las personas con este trastorno aprenden y evolucionan en
función de sus capacidades. De hecho, buena parte de los niños que presentan
TEA conviven con otros niños en centros educativos ordinarios, se caracterizan
por enfocar todo su interés en cuestiones muy concretas en las que son
auténticos expertos. Si a un niño le interesan, por ejemplo, los dinosaurios lo
saben absolutamente todo de ellos y solo habla y juega con dinosaurios. El
problema es que no es capaz de interrelacionar con otros niños que juegan a otras
cosas.
Mal
de genios. Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart,
Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen, según Michael Fitzgerald,
psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, tenían en común, todos estos
grandes genios de la historia, alguna forma de autismo a lo largo de su vida. Pero
me referiré a uno de ellos. Este lunes también se celebraba el nacimiento de
una persona que estuvo muy relacionado con los niños como es Hans Christian
Andersen, autor de El patito feo, La pequeña cerillera y centenares de relatos
que lo convertirían en un clásico de la literatura infantil. Ayer se conmemoró
el natalicio número 213 del escritor. Desde temprana edad mostró una gran
imaginación y tras la muerte de sus padres en 1816 comenzó a leer todas las
obras que pudo conseguir de William Shakespeare y Ludwig Holberg. Hans
Christian Andersen murió el cuatro de agosto de 1875 en la ciudad de Copenhague
en Dinamarca. Ayer, usuarios de Twitter han recordado obras de Andersen, a
través del nombre del escritor que es Trending Topic, celebrando así el Día
Internacional del Libro Infantil en honor a Hans Christian Andersen desde 1965.
