DEPORTE = PAZ


Al abrir la ventana hoy me dan ganas de calzarme las zapatillas y salir a hacer deporte. ¿Por qué especialmente hoy? Hoy, veo que desde Naciones Unidas, nos indican que el 6 de abril, es decir, mañana se celebra el día del deporte como medio para promover la educación, la salud, el desarrollo y la paz. ¿Y que mejor forma que potenciar la educación, la salud y la paz que por medio del deporte ya sea corriendo en solitario o formando parte de un equipo?
Debido al gran alcance, popularidad y valores positivos sobre los que se funda el deporte, ocupa un lugar privilegiado para contribuir a los objetivos de desarrollo y paz de las Naciones Unidas. El deporte contribuye al desarrollo sostenible. Es necesario reconocer la creciente contribución del deporte al progreso y a la paz en cuánto a su promoción de la tolerancia y respeto, y aporta independencia a las mujeres y los jóvenes, tanto a nivel individual como comunitario, así como favorece la salud, la educación y la inclusión social. La Asamblea General declaró el 6 de abril como Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz para la concienciación del papel que el deporte puede desempeñar en la promoción de los derechos humanos y el desarrollo económico y social. El proyecto de resolución fue coordinado por los Copresidentes del Grupo de Amigos del Deporte para el Desarrollo y la Paz, Mónaco y Túnez, y copatrocinado por 67 países. La Asamblea General reconoce la importancia del deporte y la actividad física en la lucha contra las enfermedades no transmisibles y fomenta la confianza y el fortalecimiento de los jóvenes, las personas con discapacidad y los grupos minoritarios. Incluso, en la Asamblea General, los delegados de Mónaco, la Federación de Rusia, Cuba, Australia, Israel, Qatar, Singapur, la India, Camboya, el Brasil y los Estados Unidos de América, así como el Comité Olímpico Internacional formularon declaraciones sobre el importante papel del deporte para apoyar el logro de los objetivos nacionales y globales.
Pero es necesario recordar que cuando hablamos de “deporte”, hay ciertos valores que van intrínsecos (esfuerzo, victoria, alegría, diversión…) desgraciadamente, cada vez es más común que también nos venga a la mente imágenes de violencia. No es nueva esta tendencia a provocar enfrentamientos, discusiones, disturbios y comportamientos que en nada representan (o deberían representar) lo que ésta actividad lleva consigo.
Hoy en día el deporte es un lenguaje universal. Tiene un valor educativo inmenso: desde pequeños se puede aprender a luchar por alcanzar un objetivo o llegar a una meta y, al mismo tiempo, aprender que si esa lucha se hace en equipo, se puede llegar antes, pasando un rato divertido. El niño siempre tendrá el objetivo de ganar, sea como sea, pero ¿es esa la meta que debemos enseñar?
Debemos mostrar el lado humano y genuino del deporte. La paz, al igual que el deporte, empieza por uno mismo. Y el deporte es sin duda un medio muy eficaz ya que traspasa ideologías, idiomas, razas o ideas políticas.  Con esta reflexión, salgo a hacer deporte… en Paz

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