MAESTROS QUE NO EDUCAN
Hoy abro la ventana con la sensación de tristeza. Siempre
he pensado que un profesor es alguien que
se encarga de la educación formal e institucionalizada de los niños ya
sea en Educación Infantil, Primaria o Especial, en escuelas, colegios e
institutos. Incluso la etimología de la palabra maestro tiene un origen latino,
derivado de magister. Maestro o profesor es alguien dotado de los conocimientos
y la habilitación necesaria para enseñar, lo que significa impartir
conocimientos en el más amplio sentido de la palabra.
Pero nos encontramos con algunos “maestros” que al
parecer ignoran todo esto. La noticia es: “Se denuncia en los juzgados de
Martorell a nueve profesores del Instituto por un delito contra la dignidad de
las personas por motivo de discriminación por nacionalidad, al haber vertido,
al día siguiente del 1-O expresiones supuestamente humillantes, hacia los
alumnos hijos de agentes de la Guardia Civil. Cinco de esos docentes están
acusados también de injurias graves a las Fuerzas de Seguridad del Estado”. Estamos
hablando de “profesores de institutos” ¿Qué locura nos envuelve?
Fue Alejandro Magno quien dijo: “Si a mi padre le debo la vida, a mi
maestro le debo el triunfo”
Esa idea del profesor parece quedar obsoleta ya
que, en éste caso, los últimos profesores investigados por el adoctrinamiento
separatista en las aulas de Cataluña han visto archivadas sus causas sin
castigo alguno, aunque la Fiscalía no tira la toalla. El Ministerio Público ha
denunciado a otros nueve docentes, del Instituto de Enseñanza Secundaria El
Palau de Sant Andreu de la Barca, por discriminación a alumnos hijos de agentes
de la Guardia Civil.
Sinceramente, siempre he pensado que el maestro es
una parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje. La otra parte
indispensable es el alumno o educando, que será guiado, conducido, asesorado,
estimulado y orientado por el maestro en la búsqueda del objeto del saber. Al parecer se vive un periodo, en
determinados colegios e institutos de Cataluña donde ciertos “maestros” carecen
de ese espíritu de enseñanza. Todo aquello quedó atrás y los alumnos son el
centro de su adoctrinamiento y el blanco de todas sus burlas…
Fue Sócrates
quien a sus alumnos en sus lecciones, como maestro, les daba el conocimiento
además de ayudarles a salir de su interior, a descubrir, a modo de un partero,
aquello que llevaban dentro, extrayendo del ser humano, su propio saber. Qué
lejos está aquella idea de impartir conocimiento, de esta otra de verter como
“maestro”, expresiones supuestamente humillantes a los alumnos hijos de agentes
de la Guardia Civil.
