CARTA A UNA MADRE
Hoy cuando abro la ventana, lo hago con la intención
de hacerte una pregunta:
-
¿Por que resulta tan complicado escuchar ese ¡te quiero! de boca de
nuestros hijos?
... en esta celebración del día de la MADRE permíteme
que robe un poco de tú tiempo, del cual sé que escaseas. Vivimos en esta
sociedad acostumbrada a valorar la frialdad de las personas y el deseo de
alcanzar metas cada vez más altas. En medio de todo ello, ser madre resulta un
tanto complicado ya, que la imagen de la mujer cuya gran obligación estaba en
su trabajo en la casa, rodeada de niños llorones, ha pasado a la historia.
Sin embargo hoy puedes defender el derecho a
desempeñar un trabajo en la sociedad con el cual se te valore como persona,
aunque, bajo esa imagen de mujer emprendedora y fuerte, se esconde un
sentimentalismo capaz de erizar la piel al
más frío. Sobre todo cuando ves al llegar a casa, que tu hijo ha
conseguido lo más difícil todavía:
-
¡A sus once meses ha dado sus primeros pasos!
Por
ello, en esta ocasión, mis palabras te las dedico a ti. Disculpa el estilo,
pero lo que cuenta es la intención de reconocer en ti a esa persona que intenta
ofrecer a su familia una buena calidad de vida, esforzándose hasta desfallecer.
Si bien apenas te queda tiempo para ver a tu hijo como gatea, o como corre tras
una pelota en el parque, o ese instante cuando llegó a casa con el dibujo que
hizo en el jardín de infancia. Sí, ese niño que esperándote se durmió en el
sofá frente al televisor es tu pequeño. En pocos años crecerá y veras en él a
alguien que no entiendes, y tú dejaras de ser su madre para convertirte en esa
vieja que le compra la ropa que no le gusta...
Querida
amiga el tiempo te mostrara que la vida de madre no es una novela rosa, que
existen preguntas sin contestar, conversaciones que no has tenido la
oportunidad de tener con tu hijo, promesas que quedaron en el aire. Pero sin
esperarlo, de nuevo él llegara a casa llevando de la mano a su propio hijo, y
en ti renacerá la esperanza. Sólo por que ese pequeño que está sobre tus rodillas
ha dicho dos palabras mágicas:
- ¡Hola abuela!
Y
mientras te abraza, surge una sonrisa de tu interior. Y te das cuenta que de nuevo todo comienza.
Por ello para todas las que sois y pronto seréis madres… de corazón
-¡Feliz día de la Madre!
