DE LA VIEJA TABERNA AL ACTUAL RESTAURANTE
Ya de cara al fin de semana, abro la ventana pensando en un
lugar donde relajarme y comer bien. Pienso en un buen restaurante.
Antaño mentideros de dimes y diretes, las tabernas existían
ya en el año 1700 a .C.,
precursoras de las modernas cafeterías, hasta mediados del siglo XVIII eran
lugares de reunión al acabar el trabajo, donde los hombres hablaban y bebían,
mientras compartían un rato de ocio. Estos lugares tenían un reglamento más o
menos estricto referente a la calidad de sus productos, evitando el beneficio a
través del bautismo del vino con agua nada vendita. Los propietarios de estos
establecimientos se agrupaban, como el resto de comerciantes, en gremios o
sindicatos, evitando la competencia desleal. En España como en el resto de países,
las tabernas únicamente vendían vino, hasta que un avispado tabernero francés,
se le ocurrió la idea de ofrecer a sus feligreses algo con lo que calentar el
estomago, de esta forma podía vender más vino. El tabernero llamado Boulanger fundó en Paris en 1765, un establecimiento
donde servía cordero a la salsa blanca y un caldo que tuvo un gran éxito. Boulanger
fue el primero en dar a su local el nombre de Restaurant. Dejando la siguiente
inscripción en la puerta: “Venite ad me omnes qui stomacho laboratoratis et ego
restaurabo vos”. Que viene a decir: Venid a mí, todos aquellos cuyos
estómagos clamen angustiados, que yo los restauraré.
En cualquier pueblo o ciudad costera las tabernas han
tenido siempre, la fama de ser lugares más propios de marineros tatuados que buscan
olvidar viejos amores o capitanes Alatristes, pendencieros. Pero las tabernas o
bares ya no son lo que eran. En la Torrevieja de antaño, aquella que no entendía de
denominaciones de origen existieron lugares como el Bar Ceferino, Bar el Fea,
Las 4 puertas o el Bar licorería Quinin, entre otro; donde se consumía la
bebida típica “la paloma” junto a un plato de pulpo seco, o mojama; y una buena
conservación. Pero el tiempo, hoy en día medido por ciclo, deja paso a los días
festivo, donde Torrevieja se queda pequeña. Lo pudimos comprobar en Semana
Santa, con los cortejos procesionales que inundan las calles. Y unido a esa
mezcla de religiosidad mediterránea nos lanzamos a la calle para enlazarnos con
los visitantes, uniéndonos en un entusiasmo común que gira entorno a unas
merecidas vacaciones. Es entonces cuando Torrevieja como una de las ciudades
más pujante de la provincia sorprenden al visitante. Esa pujanza se manifiesta
especialmente por su clima, y la conciliación de los espacios tradicionales de playa
y parques naturales que contrastan con la oferta gastronómica, que se puede
asegurar, es de las mejores del Levante. Todo ello exige algo más que un viaje
corto… y como en todo viaje, llega la hora de reponer fuerzas. En nuestro caso,
de tomar una restauradora comida en uno de los numerosos restaurantes de los
que dispone la ciudad, donde saborear los platos procedentes del mar, entre los
que destaca como único rey el sabroso caldero, o uno de los muchos guisos cuyos
ingredientes pueden salir del mar o de la cercana huerta.
Aunque en el caso de ser de esos clientes
que necesitan mediadores del saber culinario, mejor dejarse aconsejar por un
buen cocinero, y así iniciarse en el placer del comer. Teniendo en
cuanta que el buen gastrónomo no necesita ser un
perfecto cocinero, del mismo modo que para ser un melómano no es necesario ser
un virtuoso músico, en el caso de que se aúnen en una persona el saber y el
hacer, el grado de perfección alcanza cuotas elevadas. Y de esto podrían hablar
durante horas la Junta Directiva de la Asociación de Empresarios de Hostelería de
Torrevieja y Comarca, para quienes el llamado "Arte culinario"
es una de las formas de expresión más cuidada. Desde aquel 1765 en Paris, la
historia de la mesa de una región, país, o ciudad es la forma de expresiones y de exteriorización de sí mismo, convertida en uno de los
ejes principales de la vida. Esto también sucede en Torrevieja, donde conviven
a la perfección la más variada cocina nacional e internacional
