¿QUÉ ES LA FERIA?
Hoy
abro la ventana esperando ese 23 de mayo cuando comienza la Feria.
Y
es que la Feria es… las casetas, la gente, el fino y las guitarras. La feria en
Torrevieja es, el cante y el baile. Pero antes de comenzar la Feria , todos hemos asistido
como espectadores o protagonistas (unos más que otros) a lo que se conoce como la Prefería. En ese
instante parecen despertar, al igual que lo hace la primavera, el cante por
sevillanas. Se sacan de los armarios los trajes de volantes y se anuncia lo que
está por venir. A partir de ese momento, se pone en marcha el rito del montaje
de las casetas, dando forma en el “Real de la Feria ”, es decir en Puerto donde el montaje de se
parece al de una pequeña ciudad en mitad de la ciudad. Esto corre a cargo de
los socios y, las señoras y señores caseteros. Todos participan: hombres, mujeres
y niños. Una a una va tomando forma
las casetas y las calles. Mientras se cubre el inmaculado cielo con adornos de farolillos.
Son los últimos detalles.
Pronto
la Feria se dispone a pasar revista. El cante se dejara sentir en cada rincón.
"Se para pá almorzar" y suena una sevillana. Es ambiente de hermandad
que se trasmite entre los que visitan la feria. Más no cabe. Es lujo de feria y
detalles. Cadenetas de colores cubren el cielo estrellado, sirviendo de decorado
para que las niñas que mueven su cuerpo al compás de las sevillanas. Y a manera
de museo en movimientos, por allí también se verán a los de fuera, con sombrero
de ala ancha, adueñándose de la feria. Pero al llegar la noche la feria es más
feria que nunca. Como ciudad efímera, en sus calles el gentío se apiña. La Feria de mayo en Torrevieja
es un caos perfecto, donde la gente “puestecita” camina por las casetas en
compañía de la “alegrita”.
El
“fino” y el “rebujito” corren de mano en mano, de caseta en caseta. Y junto a
ésta, la otra feria. Ruido de feriantes que compiten, acaparando la atención de
los pequeños. Diminuto parque de atracciones con el tren de la bruja que no
asusta a nadie. Circo de norias. Es la delicia de los niños. Y durante el día,
la señorial amazona, paseara por el Real de la Feria , adornada con su traje de flamenca y su
caballo. En el Puerto, hoy convertido en el Real, el señorío de a caballo.
Sal
de la Feria , con
espuelas plateadas de guapas jinetas. Tras un año llega el momento para el
encuentro, la copla y el amigo -que hace tiempo que no se veía- todo en el
marco incomparable de la alegría. Que bailan las niñas. Que mira la
gente. Y en el tablao surge provocadora la fiesta. Y como colofón de ésta y
cualquier feria, la mujer. Son los volantes. Es el baile y las palmas. Es la Macarena y la
Salve. Al dar las doce campanadas se
escucha el coro. Guitarras y cascabeles. Noche de “pescaito” y pañuelo atado al
cuello. La Feria
es la Portada.
