Historia y cultura de las Hogueras
Hoy más que
nunca abro la ventana con la intención de apoyar mis raíces mediterráneas de
vivir con intensidad las Hogueras, aunque para ello deba salir de mi pueblo.
Dicen los
historiadores y antropólogos, que las fiestas que se viven en la calle tienen
origen mediterráneo. Un carácter mediterráneo que es abierto, alegre, acogedor,
a la vez que trabajador y creativo; hace que se valore y se tenga en muy alta
estima aquello que forma parte del pasado, permitiendo que las nuevas
generaciones conozcan las raíces de esta
tierra.
Por otro lado las
fiestas forman parte de la cultura y mantienen vivo el espíritu que las rodea,
valorando el esfuerzo de artistas y creadores, mostrando la gratitud en forma
de alegría. Para aquellos que aún no lo han entendido, dentro de las fiestas, hablar
de Hogueras en Torrevieja no es hablar de algo ajeno a nosotros, ya que si nos
remontamos al año 1912, veremos como la familia Fortipiani en compañía de
algunos vecinos celebraban la fiesta de San Juan con la quema de trapos y
muebles viejos, siendo institucionalizada como fiesta en 1948. Por lo tanto, se
puede decir que las Hogueras son las fiestas más antiguas de este pueblo.
Ya sea con magníficos
monumentos o con hogueras en la playa (con la justa regulación) se vive la
fiesta, es ante todo la expresión del pueblo. En infinidad de pueblos del
litoral español, cuando llegan estas fechas, es el pueblo, la gente quien hace
la fiesta. Veamos por ejemplo Alicante, que celebraba la llegada del verano con
verbenas que culminaban con la encendida de hogueras, no fue hasta 1928, cuando
se oficializó, con la denominación Fogueres de Sant Joan, realizando monumentos
de cartón y madera, de carácter artístico y satírico.
El deseo de
inculcar nuestra cultura a las generaciones futuras, pasa necesariamente por
conservar el pasado a la vez que se apuesta por el futuro. En este caso, no se
trata de algo llegado de lejos, ni posee el carisma de otras tierras, es
sencillamente parte de nuestra tierra. Hablo de jolgorio y de explosión
colorística. De olor a pólvora y música confundiendo los sentidos. De
tradiciones heredadas a las que se añade el sabor del hoy. Y sobre todo hablo
de raíces que nos identifican con el Levante al que pertenecemos por cuestiones
geográficas. Y si esto no sirve, existen razones culturales. Si tampoco es
valido, están las históricas y así podría continuar. Para acabar con un guiño a quien jamás será consumido por
el fuego en la noche de San Juan. Un torrevejense entrañable, que
instauró entre otros, los Festivales de la Elección de la Bellea del Foc en
Alicante, diseñando en 1961 el traje de Novia Alicantina, que aun hoy
lucen las Bellea del Foc y sus Damas de Honor, y quien desde 1961 hasta 1979
fue presidente de la Comisión Gestora en Alicante: Don Tomas Valcárcel.
Él supo entender
que fiesta y tradición van unidas. Luchó a lo largo de su vida por cuanto
somos, por las hogueras y por esas tradiciones que identifican a los que
nacimos al pie del mediterráneo. Y en una noche como la de San Juan es posible que la magia propia del
momento, nos lleve a ver entre el vaho del recuerdo a quien fue capaz de marcar
una época en el mundo de las hogueras, siendo a su vez, torrevejense y creador
de sueños...
