ANIVERSARIO DEL TERREMOTO EN TORREVIEJA: 190 AÑOS DESPUÉS


Hoy abro la ventana recordando aquel 21 de marzo de 1829 cuando Torrevieja tembló. Hoy se rememora aquel momento en el que quedaron aisladas Guardamar, Torrevieja y Almoradi, debido a un gran terremoto que dejó un total de 386 muertos.


Aterrador lo violento que llegó a ser ese terremoto que tuvo lugar en distintas localidades de la provincia de Alicante el 21 de marzo de 1829. Hoy se cumplen 190 años de aquel triste acontecimiento. La localidad que sufrió mayormente sus efectos fue Torrevieja, aunque también estuvieron afectadas Almoradi, Guardamar y Benejuzar. En total 764 las víctimas y 5.361 las viviendas afectadas. Según los datos, durante el periodo comprendido entre 1820 y 1830 fue el de mayor actividad sísmica en el sur de la provincia de Alicante. Desde el 13 de septiembre de 1828 al 21 de marzo de 1829 se sucedieron una serie de terremotos en la zona calculados en más de doscientos.
Pero aquel lejano 21 de marzo de 1829, a las 18:15 nadie se esperaba lo que estaba por suceder. En ese instante, cuando la mayoría de gente estaban en casa, tras el trabajo, los niños jugaban en las calles (de tierra) algunos hombres iban o venían del puerto…, justo en ese momento, todo comenzó a temblar. La tierra dejaba escapar su fuerza. Las casas se caían a pedazos. Los gritos de los niños y las madres que corrían en auxilio de sus hijos, se confundían con el sonido seco y profundo de un terremoto que no respetaba a grandes o pequeños.
El seísmo de 6.6° en la escala de Richter dejó un saldo de 386 muertos, amén de un altísimo número de herido y casi toda la Vega Baja destruida o dañada. Casas de varios pisos sin cimientos, apoyadas por débiles vigas de madera y localizadas en calles estrechas, cayeron con sus habitantes en el interior. En Torrevieja todas las casas fueron derribadas, Guardamar tuvo que ser rediseñada y Almoradi fue una de las ciudades más afectada.
El terremoto de 1829 sigue tan profundamente arraigado en la mente de la gente de Vega Baja que, cuando ocurrió el terremoto de 3,6 grados de agosto de 2008, los fieles rogaron a San Emigdio (co-patron en Torrevieja junto con la Purísima) y santo patrón de los terremotos, para que los protegiera  


Tras el recuerdo a todas aquellas víctimas, tenemos que tomar conciencia, al vivir en una zona sísmica, de cuál es la importancia de los simulacros, siendo muy adecuado que cada año se realicen para saber cómo actuar, buscar soluciones y llegando a conocer los nuevos métodos que han adoptado en otras ciudades.

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