UNA MUJER CON MÁS DE 50
Hoy abro la
ventana de par en par ya que mañana se celebra el “Día Internacional de la
Mujer” como jornada de reconocimiento. Esta idea surgió a finales del siglo
XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. Actualmente
todo apunta a que la mujer española de
más de 50 años está rebosante de vitalidad, belleza y energía. Y punto.
Hoy las mujeres
de mi generación tal vez sean las mejores, aunque necesitan hacerse un hueco en
una sociedad desconcertada ante ellas, ya que han roto todos los esquemas y
tópicos. Reivindican la madurez como la mejor etapa de su vida y piensan que
han llegado a éste estado mucho mejor de lo que se esperaba de ellas. Y sobre
todo, esto a pesar de las incipientes patas de gallo o esa afectuosa e
inseparable celulitis que se dirige a los muslos, pero que habla de una mujer
real.
Hoy las mujeres de más de 50 son en algunos
casos, mujeres económicamente independientes y activas, tanto laboral como
socialmente, sin demasiadas responsabilidades familiares: los hijos no las
necesitan y los maridos están demasiado
ocupados. Hasta hace poco la mujer a los
50 se volvía invisible. Hoy casi todas
están casadas o divorciadas, o divorciadas y vueltas a casar. Qué importa...
Usamos maxifaldas a los 18 años y minifaldas para
acudir a la discoteca. Podíamos hablar con pasión de política, como de las
conquistas en los bailes. Los hombres no han sido el gran enemigo, incluso se
dijeron en un determinado momento algunas verdades, al comprender que
emanciparse era algo más que ponerle un delantal o que él prepara la cena. Fue más
un pactó para vivir en pareja que una reivindicación.
Si una mujer de
más de 50 se aburre mirando una carrera de motos o el futbol, hará aquello que
realmente quiere hacer y generalmente ese algo es mucho más interesante. Este
tipo de mujer se conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, sabiendo
lo que quiere, y como lograrlo.
Son muy pocas
las mujeres de más de 50 a las que le importa lo que piensen de ella. Aunque
eso sí, puede ser generosa en alabanzas al tiempo que sabe lo que es no ser
apreciada lo suficiente. Esto puede favorecer la seguridad en uno mismo. Lo
cierto es que con los años adquiere cierta dosis psíquica que ayuda a conocer a
cuantos le rodean. No hace falta que la persona que está a su lado confiese sus
pecados, ella ya los conoce. Es honesta y directa. Tanto que puede decir
“directamente” que eres un idiota si es lo que piensa. Son muchas las cosas
buenas que guarda una mujer de 50. Aunque aun es necesario que se reconozca su
valía, quizás con una simple mirada.
-Pero si no
alcanzas a tenerla, seguiré desde este rinconcito celebrando para ti ese “Día Internacional de la Mujer”.
De todo
corazón ¡Felicidades!


