PREGÓN A LA SANTINA año 2009

En la víspera de la fiesta de la Santina, quisiera publicar el pregón que ofrecí a mis queridos amigos, los asturianos en Torrevieja, el 5 de septiembre de 2009, que comenzaba...


Querría deciros en primer lugar, que me siento muy honrada de ser este año la encargada de hacer el pregón en honor a la Santina.

Y al mismo tiempo abrumada por ver la devoción y el sentimiento popular que se respira en esta casa de Asturias, entorno a esta Imagen. Incluso inquieta por tener que dirigiros la palabra.


Aunque esta sea para hablar de una tierra que, desde hace más de 50 años comparte con Torrevieja cuanto es, llegado a calar tanto en la ciudad la esencia de Asturias, que palabras o términos asturianos, son los que se pueden escuchar habitualmente en nuestras calles, sobre todo los relacionados con la gastronomía y el deporte.

De hecho nos habéis trasmitido el conocimiento del tradicional juego de los bolos, o la festividad de los huevos pintos, o platos como las fabes, los bollos preñaus, amén de muchos otros vocablos y costumbres. Esto me lleva a pensar que no se puede resumir en unos minutos lo que significa la unión que desde años ha existido entre Asturias y Torrevieja, o Torrevieja y Asturias; que tanto monta, monta tanto, si en todo ello no se menciona a esa pequeña, aunque gran imagen, que es la Virgen de Covadonga

Y es que somos hijos de la misma Madre. Es sabido que Asturias y Torrevieja se unen una y otra vez, entorno a la Virgen, que es decir la Madre de Dios, y a quien se nombra en nuestra Torrevieja con la advocación de la Inmaculada. Aunque sin duda el sentir hacia la Virgen de Covadonga se refleja en la letra de su himno cuando dice:

Bendita la Reina / de nuestra montaña / que tiene por trono / la cuna de España /y brilla en la altura más bella que el sol/ es Madre y es Reina venid peregrinos/ que ante ella se aspiran/ amores divinos/ y en ella está el alma / del pueblo español


Por lo tanto, se me ocurre que más que un pregón, podría invitaros a realizar un viaje. Un viaje a través de la palabra. Un viaje donde descubrir, que aunque las sociedades y los pueblos dejen atrás las costumbres y formas de vida, es el conocimiento de la historia lo que nos lleva a descubrir lo que fuimos, para mejor entender lo que somos.

Por ello deseo que este pregón posea, el sonido de las gaitas y el tamboril. Sonido de una tierra, que, a pesar de la distancia, hoy está aquí, en el corazón de cada uno de vosotros. Para comenzar, si tuviera que poner un titulo al pregón sería…

Amar Asturias en la distancia

Aunque permitidme que os haga una pregunta: ¿Se llega a conocer totalmente a Asturias?
- No, creo que no.
Es difícil conocer a Asturias, ya que, cada asturiano lleváis vuestra propia Asturias en lo más profundo de vuestro ser. Pero ¿Se puede amar a Asturias sin haberla visto?
- Sinceramente, creo que sí.

Durante años he podido escuchar el sonido de Asturias en vuestras gaitas. He saboreado su esencia, en el líquido dorado de la “sidriña”. He podido verla, en vuestras miradas. He sentido su aroma en el olor afrutado de las manzanas en los días de fiesta. Incluso he escuchado su respiración, en vuestros suspiros cuando habláis a ella. Son muchas las imágenes de vuestra región, como muchas son las sensaciones que despierta.
 
Por ello me vais a permitir que hoy sea yo quien os muestre a esa Asturias que me habéis trasmitido cada vez que he estado a vuestro lado. Ya que si existe una ciudad que sabe de “añoranzas” esa es Torrevieja. Si hay una persona que sabe lo que es estar alejada de su tierra, es quien desde muy joven supo el significado de la palabra “ausente”, mientras vivía en una de tantas Hermandades de torrevejenses repartidas por toda España. Y si alguien sabe querer en la distancia, os aseguro que esa persona es la que dejó impreso en la portada de un libro la frase: “Hoy he vuelto a mi tierra”. Por lo tanto, siendo yo misma, la protagonista de esos sentimientos, quiero que con la añoranza del ausente, me permitáis que por unos segundos “hoy os vuelva a vuestra tierra”

Como equipaje cuanto cabe en el corazón. Así entro en Asturias. Y me encuentro con las altas montañas coronadas con el blanco turbante de niebla que oculta los altos riscos. Y camino por sus laderas que van perdiendo altura a medida que se aproximan al mar.
Sin llegar a pisar los cerros, adornados de pinares y castaños, me acerco a los grandes robles, en los bosques inmensos, casi vírgenes, como el de MUNIELLOS, donde conviven osos, rebecos, jabalíes… como Reserva Biológica y de la Biosfera, allí la presencia del hombre no existe, y las reglas las marca la naturaleza como único señor de la gran masa forestal más extensa de Asturias.

Y me pierdo entre los pueblecitos que parecen arrancados de un cuadro “Naif”. Más allá, desperdigados, se ven los caseríos que intentan reptar montaña arriba, entre praderas y maizales. Caseríos alegres, blancos, que forman el rudo contraste con los negros hórreos, que se visten de oro durante algunos meses al año. Muy próxima se encuentra esa iglesia con su airosa espadaña. Ermitas solitarias, construida casi siempre en alguna altura de brusca ascensión.

En mi recorrido me quedo sorprendida al contemplar las elevaciones montañosas donde se cobijan los hermosos valles siempre cubiertos de un verdor exuberante. Como en un juego, corretean los arroyos saltarines en ésta paz bucólica de fresca brisa que procede de los ríos cristalinos poblados de truchas y salmones.

Solo en Asturias la realidad se puede mezclar con la fantasía. De tal forma que si cerramos los ojos unos segundos, se llega a sentir la presencia de seres mitológicos, como las “XANAS”, las “Nereidas” que habitan en las fuentes. Fabulosa deidades de las aguas que corretean alegres. Mientras en el bosque se esconde el “Busgosu” mitad hombre, mitad animal; con cuernos que brotan de su espesa cabelleraY allá arriba el “Nuberu”, fabricante de nubes, hacedor de la lluvia la nieve y el granizo, que proporciona el agua que empapa la tierra y la fecunda… lejos se escucha el sonido del mar. El bravo Cantábrico, lugar donde cantan las “Sirenas”…

Así es Asturias. Tierra verde y antigua. Lugar donde lo real y lo maravilloso se mezclan en una estética que tiende tanto de bello como de sublime.

En mi recorrido, al fin llegó frente a Ella. Un mar de nubes rodean el santuario, como queriéndolo proteger de toda realidad. Alguien me dijo que Covadonga… llena de evocación la fantasía de los asturianos.

Pero sé que Covadonga no es solo paisaje, ni geografía, ni siquiera historia de España, es… leyenda, devoción a Maria. Covadonga es un nombre, una realidad histórica y cultural que se integra en el avance milenario de esta sociedad, dando origen a lo que ha sido y es Asturias. Más aún, es germen donde creció la España cristiana como muralla que detuvo y rechazó la invasión islámica. Por ello merece la pena acercarse y entrar con la mirada abierta en este lugar donde se funden naturaleza e historia, altura y profundidad, fuerza y belleza, intimidad recogida y proyección universal
Aunque toda historia tiene un comienzo y este se remonta al año del Señor de 722, cuando Don Pelayo, y un puñado de valientes asturianos protagonizaron la heroica gesta, de cuya conmemoración ahora se cumplen l287 años. Según la tradición, Pelayo -elegido rey en el mismo campo de batalla- recibió el aliento de la Virgen, en ese mismo punto donde actualmente está emplazado el santuario de Covadonga.

Sin embargo a Covadonga no se va a buscar historia, se va a orar o a soñar. En ella se encuentra la Virgen, llamada cariñosamente por todo asturiano “La Santinarecuerdo idealizado convertido en íntima, campestre e inédita poesía. Sueño de piedra sobre el que se asienta en su altar de caliza, su trono forestal de hayas, fresnos y cerezales. Asturias (que no ha tenido más nombre que este, ya que antes de ser llamada así no fue llamada de ningún modo) tiene en sus astures una curiosa realidad, ya que en la actualidad son más de cien los centros asturianos repartidos por el mundo, siendo estos centros el cordón umbilical que  une a los astures con su tierra.

Pero si la Santina es el alma, la Madre de los astures, el latido de ésta tierra surge de dentro, de lo profundo. Es un latido con ritmo. Es música y es mina.

La cultura asturiana esta jalonada de grandes escritores, pensadores, poetas, músicos mundialmente conocidos… pero el corazón de Asturias está en la garganta de los que dejan ver en sus canciones, lo duro de su trabajo. Por una parte, se rebelan ante la dureza y peligrosidad del trabajo en la mina, por otro, muestran un acusado orgullo profesional. Albino Suárez, poeta-minero nacido en Tiraña (Laviana) en su obra destaca el trabajo en la mina y la historia de la tradición asturiana. Describe en su poema «Romances Mineros», la epopeya del quehacer diario de estos hombres en estos versos
«... onduantes,/ van abriendo las entrañas/ de las lóbregas montañas/ los indómitos gigantes.../ Los soldados del subsuelo,/los mineros,/los guerreros,/del esfuerzo y el desvelo...».
Canción de mina que glosa el trabajo, los problemas y la vida del minero. Ante la nostalgia del pasado, está la desilusión por lo perdido y la incertidumbre de lo venidero.

La sombra de los castilletes sigue siendo alargada, y se proyecta en las melodías y la música, mientras los compositores siguen poniendo poesía al trabajo de la mina. Lo singular en las canciones de mina no son las formas sino el discurso o motivo temático que se expone en las letras, que son llamativamente similares en todo el mundo.

Como en las habaneras, el fenómeno musical de más arraigo en la tradición torrevejense, y que da pie a la creación de los coros. Se puede decir que a través de esos coros, asturianos y torrevejenses muestran el gusto por el colectivo.

De ahí que ciudades asturianas como Pola de Siero se sintiera atraída por una localidad al sur del Levante, donde el canto de las Habaneras comenzaba a abrirse camino en el panorama musical de 1955. Torrevieja, tierra de acogida tiene en la Habanera, como melodía anónima en muchos casos, la transmisión de la historia de la ciudad de padres a hijos. Historia de un pueblo y su gente vivida en ocasiones de primera mano.

Fueron los duros navegantes que viajaron lejos de sus hogares, la melancolía de esa mujer que saludando desde el puerto con el pañuelo en la mano, ve como se aleja el barco donde a su hombre lo envuelve la bruma, y los salineros que en esa mina abierta al cielo, arrancan de la misma mar el más preciado tesoro, la sal, los que cantaron, sin que les vacilara la voz, piropos a su tierra, a manera de canción que nace del corazón
Así es la Habanera: poema al que se le pone música. Pregón del pueblo. Canciones que quedaron esculpidos en las rocas de las minas allá en Asturias. Que recorrieron el océano, para posarse en las playas de Manzanillo o Santiago de Cuba, desde aquí, en Torrevieja
Sin duda un año para el recuerdo fue 1955. Entonces surge en Torrevieja la iniciativa de crear el primer Certamen Nacional de Habaneras, que  se celebró en un escenario instalado para la ocasión, en el paseo de José Antonio (hoy Vista Alegre). Aunque debió de pasar un año para que  Pola de Siero, tomara contacto con la tierra salinera.
Y 53 año más tarde, hemos tenido la satisfacción de tener un reencuentro con los mismos coralistas del “Coro Siero Musical” que lograba el primer premio del Certamen de Habaneras en 1960. Ellos han sido testigo hoy, de nuestro querido Certamen de Habaneras.

Creo que no importa tener muchas ideas, sino que surjan en el momento adecuado. De hecho, la idea que nació de Juan Aparicio, y que fue seguida por Francisco Vallejos, Joaquín García Aniorte, José Hodar y el recordado Ricardo Lafuente, con el presidente de la Comisión de Fiestas y Alcalde entonces, Arturo Gómez, incentivó las actividades veraniegas gracias al certamen. Hoy vemos el fruto de ésta idea en un Hermanamiento entre Torrevieja y Pola de Siero.

De hecho el pasado 12 de agosto se puso en marcha la Comisión de Seguimiento del Hermanamiento entre ambas ciudades, presidida por sus alcaldes, Juan José Corrales Montequín y Pedro Hernández Mateo. La Comisión la forman los concejales de Cultura Torrevieja y Siero, los portavoces de los partidos políticos representados en ambos consistorios, el Hijo Adoptivo de Torrevieja e Hijo Predilecto de Siero, Urbano Arregui, el presidente del Centro Asturiano de Torrevieja Enrique Fernández, así como el Secretario General del Ayuntamiento de Siero.

Se han llegado a acuerdos institucionales y lazos de unión en materia cultural, musical, deportiva y comercial; llegando a intercambios entre ambas localidades y visitas anuales con motivo de las Fiestas Patronales de Siero y Torrevieja.
Igualmente el 11 de agosto tuvo lugar un nuevo hermanamiento, en esta ocasión con Oviedo. Torrevieja ya se encuentran hermanada con la capital del principado “para siempre”. Así lo manifestaron los alcaldes de ambas ciudades Pedro Hernández Mateo y Gabino de Lorenzo, en el acto protocolario celebrado en el Salón de Plenos del Consistorio del Principado de Asturias. Ese día hubo una curiosa protagonista, que representa a la mujer torrevejense que espera la llegada de su marido desde tierras antillanas, se trata de la Bella Lola, escultura instalada en un banco de la plaza más emblemática del centro histórico de Oviedo, la Plaza de Fontán.

Pero no podemos olvidar que a lo largo de los años ha sido muchas las personas que han hecho posible que germinara ésta unión. Personas como los ex-alcaldes, Rosa Mazón y Joaquín García, y los presidentes del Centro Asturiano, Manuel Cabal quien comenzó ésta andadura, creando el primer centro Asturiano en el “Chambel”, junto a Francisco Boj; a los que siguieron Valentín Ángel Rodríguez, Andrés Iglesias, Carlos Hidalgo de la Losa y Senén Pinilla, persona esencial en el Hermanamiento junto con Enrique Fernández

En la actualidad sois más de 1.200 asturianos los empadronados en Torrevieja, a los que se suman los que visitan la ciudad. Pero lo cierto es que "Olvidarse de Asturias fuera de ella es imposible" este sentimiento es común en todo asturiano. Al principio dije que era difícil conocer a Asturias ya que cada asturiano lleva un trocito de su tierra en el corazón.

Pero sí amigos, se puede amar a Asturias sin haber experimentados con los sentidos cada una de sus diferencias y cualidades. Personalmente me quedo con la Asturias de las fuertes tradiciones y costumbres. Con su forma de entender el mundo. Ya que os aseguro que puedo ser cautivada por la belleza que se esconde entre las paredes de esa casa de labranza que Casona describió en la “Dama del Alba”Incluso, confío mi destino a la panoya del maíz, mientras canto alrededor de las hogueras en la noche de San Juan. Y al finalizar la jornada me sentaría junto al abuelo, que desde la puerta de la casa mira la montaña, su fiel compañera, esa que nunca lo engaño cuando trabajaba duramente en la mina. Dejaría que me contara a que huele la pólvora, o como el carbón se fue incrustado en sus manos y en su alma, mientras apenas puede sostener el pitillo entre sus labios.

Sí, me quedo con la condición humana de todos los hombres y mujeres que pueblan esas tierras, y que los grandes literatos asturianos han descrito en sus obras. Con el amplio inventario de supersticiones y creencias. Con esa característica popular, poética y profundamente humana, de la Asturias que es capaz de romper la indiferencia del que no ha visitado esas tierras.

Ya que solo una rápida mirada es suficiente para ser cautivada por la Asturias risueña y nada, nada distinta a otras tierras de España, pero al tiempo, tan diferente… la diferencia está en esa pequeña Imagen que desde Covadonga, irradia un indudable sentido religioso. Algo que se añade al sentimiento que proporciona el estar situada en el llamado Trono de España.
La mezcla de leyenda e historia hacen del lugar un enclave legendario, y de la imagen de la Virgen María, situada en una cueva en el Concejo de Cangas de Onís, la Patrona de todas las tierras de Asturias.

Sr. Concejal de Cultura, autoridades, Presidente del Centro Asturiano, amigos:
Torrevieja, el pueblo donde he nacido no se resigna  a ser, ya sin más, el lugar donde se asienta este Centro Asturiano que ya cumplió su 25 aniversario, siendo éste un gran logro para vosotros.

Torrevieja, ya lo sabéis, quiere seguir fomentado el hermanamiento entre la ciudad salinera y el pueblo asturiano, llegando a crear una unidad  estrechamente asociada al futuro de dos grandes pueblos que tan acertadamente se ha entretejido. Como ya dije, vosotros sois Asturias y es Asturias lo que trasmitís. Asturias es quien la ama, y la única manera de honrarla es fomentar y compartir ese sentimiento de cariño.
Amigas y amigos asturianos, la fiesta es de ustedes y a ustedes les toca disfrutarla, cuidarla y preservarla. Sí, ya sé, el tiempo apremia, y antes de que la audiencia se fatigue, ha llegado el momento de concluir el pregón y cambiar de decorado.

La fiesta en Honor a la Santina ya comienzan, y mi pregón termina, no sin antes mostrar todo mi afecto con estas frases:

Asturias, patria querida/ Asturias, de mis amores/ ¡quién estuviera en Asturias/ en todas las ocasiones!


¡Viva siempre la Virgen de Covadonga y que Ella proteja a Asturias y a toda Torrevieja!



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