Quiero
comenzar aclarando que cuando hablo de “Llegaron las lluvias”, no me refiero al
libro del escritor norteamericano, Louis Bromfield “Vinieron las lluvias”,
aunque se parezca bastante.
No,
no se trata de un título literario, es que sencillamente… llegaron las lluvias.
Reconozco que no pensaba escribir de este tema. Pero ante el aviso que nos está
facilitando la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), creo que podría
hacerlo, aunque a manera de postal climatológica.

Y
podría hablar de la que está cayendo. Es más, las alertas, es lo más relevante
de cuanto está sucedido en las últimas horas. En primer lugar, porque nos atañe
a todos. Y en segundo lugar, porque durante estos días los otros “aguaceros”
(no los climatológicos) dejan de estar de actualidad. Por otro lado todos nos
hemos dado cuenta que pueden caer chuzos de punta (esperemos que en sentido
figurado) en lo económico como en lo político. Y por tanto la temperatura en
este final de verano, está a la baja y baja, como si cayera en un agujero
negro. Y así nos va. Si Dios no lo remedia, con el frío que se intenta imponer
y las heladas que se avecinan, vamos a coger la gripe no sé si porcina o aviar,
pero con tanto cambio (del clima) nos vamos a quedar tiesos, de puro pasmados
ante la frialdad que nos rodea.
El
dicho popular afirma en estos casos: “tras la tormenta llega la calma”.
Y
podemos apreciar los cambios o no, por ejemplo: alguien se quiere reunir con
alguien, alguien se marcha o lo retiran, o es aclamado por la multitud.
Mientras la sociedad sigue adaptándose a los tiempos que corren. Más o menos.
Lo cierto es que hay que abrir el paraguas (si lo tiene) para protegerse de los
chaparrones inoportunos. Son muchos los que conocen las reglas y saben que si
llueve con ganas, por mucho que corras, te calas hasta los huesos. Así que lo
mejor es estar al tanto de las señales que avisan de lo variable del clima ya
que ¡no hay prisa por mojarse!
Lo
preferible es esperar a que escampe. Por lo que llegados a este punto y como
presumo que voy a ir un poco justa de tiempo para llevar a cabo todos los
frentes en los que estoy trabajado, y teniendo en cuenta que el tema estrella
era “la lluvia” y no está siendo gran cosa, es más, me temo que ha quedado en
simple chaparrón ocasional, esperaré a ver como Torrevieja una vez más, es
noticia por algo como… que llueve, al igual que en el resto del Levante.
En
cuanto a los chubascos (los de lluvia… y los otros) mejor tener paciencia: es
asombroso lo bien que se llevan aquí situaciones que para otros son insólitas.
En lo tocante a la moderación, la dejaré para temas menos importantes, como la
subida de impuestos, o que los hijos deban o no “hablar con sus padres” de sus
vidas. Hoy, tocaba hablar de una simple postal atípica en nuestra ciudad, donde
la lluvia, puede ser una gran noticia.