CANSADA DE RUIDOS: El guardián de la tranquilidad LOS SERENOS un oficio Vintage

 

En la actualidad, cuando por el Coronavirus, ha llegado la limitación del horario de bares, cafeterías y zonas de ocio nocturno para jóvenes y no tan jóvenes, echo de menos la figura del sereno que desapareció de nuestras calles a mediados de la década de 1970. Se decía que fueron  sustituidos por las patrullas policiales (eso si hubiera suficiente policía cosa que no es así)

Los "serenos", que aparecieron como tales en la España del último cuarto del siglo XVIII  patrullaron las calles de nuestras ciudades durante unos 200 años. Cuando en sus rondas eran atacados por maleantes o alguien era agredido, usaban sus silbatos o gritaban para que un compañero fuera en su ayuda. Las rondas de los serenos empezaban a las 11 de la noche y duraban hasta las 5 de la madrugada.

 Hoy a falta de bares y lugares de ocio, tenemos las plazas de la ciudad llena de jóvenes hasta “altísimas horas” de la madrugada con litronas, sin mascarillas y con escándalo. Por lo tanto, nada de descanso, nada de paz para conciliar el sueño y en ocasiones, si les llamas la atención… nada de respeto ni educación.

¡Como echo de menos a los serenos! 

En cuanto a la policía… sí le llamas contestan amablemente: “Lo sentimos hay falta de personal”. Lo curioso es que con la que está cayendo, sí hemos visto vigilantes en las playas, sí policías durante el día, rastreadores y aplicaciones móviles para controlarnos. Pero llega la noche y… de nuevo reuniones en la plaza, ya sea grande o pequeña. Y llegó el escándalo.

Los serenos se tomaban tan concienzudamente su cometido que al primer indicio de alboroto o ruido en la calle hacían sonar su silbato enérgicamente, llenando la noche de continuos pitidos. ¡Que falta hacen hoy!

Como en todo, al final se dejó de dar importancia a tales avisos y de ahí viene la frase "tomar a alguien por el pito del sereno", cuando se da ninguna o poca importancia a una persona. Hoy sucede lo mismo cuando llamas la atención a los que alborotan a la 1, las 2 o 3 de la madrugada (sobre todo los fines de semana) y ¿Qué ocurre? “nos toman como el pito del sereno”.

En la actualidad existe un intento por recuperar este oficio tan “vintage”.  En Gijón, la empresa Serenos Gijón trabaja desde hace años para velar por la tranquilidad nocturna en las calles de la ciudad asturiana. También en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramenet, un grupo de agentes cívicos patrulla las calles por las noches para intentar revertir la sensación de inseguridad de los vecinos.  

Propongo la creación de los Serenos, entre sus nuevas atribuciones estaría ayudar a localizar tiendas, cajeros automáticos y farmacias de guardia, e incluso ayudar a la persona que en la noche va de regreso a casa proporcionando tranquilidad y lo más importante silencio a cualquier zona de nuestra moderna ciudad. Sin duda “los serenos” es un oficio no tan Vintage