OCTUBRE EN LA MATA

 

Y llegado el mes de Octubre las fiestas salpican el calendario.

Comienza con el día de Santa Teresita (que no se refiere a la santa de Avila, cuyo día es precisamente el 15 de este mismo mes) y termina en la celebración de san Quintín; santo cuyo nombre han llevado con agrado algunos hombres de esta villa. Pero casi por la mitad del mes contamos con el aniversario del  día de la comunidad Valenciana, la festividad de Ntra. Sra. del Pilar y he dejado para el final, la fiesta que nos llega mas de cerca “Ntra. Sra. del Rosario”.

 


Recuerdo un tiempo cuando las horas dedicadas al baño del verano daban paso a los libros del colegio, las enciclopedias Alvarez y a los cuadernos Rubio, nos obligaban a conocer perfectamente la tonadilla de las tablas. Brindándonos la oportunidad de convertirnos en seudotenores y magnificas sopranos, crispando los maltrechos nervios de algún profesor (perdón) maestro. En ese instante, comenzaba el nuevo curso. Y para alegria de los niños (los de antes asi como los de ahora) llegaba Octubre acompañado de la caída de la hoja, pero mezclado con las primeras bajadas de temperatura. En ese instante nos regala unos días de descanso. El motivo ¡es comprensible! reponernos del agotador estío.

 

Por lo que llegado al día 7 de Octubre, las fiestas de otoño se vestían de un color diferente en la Mata.

En los pueblos ¡bueno! en este pueblo la verbena competía con las carretillas.  La música de la banda con el trovador, los desfiles con la procesión. Y en medio de todo ello, de nuevo la Virgen, pero en esta ocasión la nuestra, la de todos nosotros. Para algunos “La Madre” a quien contemplar, para otros, “Aquella a la que hablar en silencio”  para todos  “Ella es quien vigila, cuida y ofrece esperanza cuando la esperanza no existe”.

 


En mitad del silencio del templo parece observar a todos y cada uno de sus feligreses. Su presencia, hoy más que nunca se siente. Es el día grande ¡es el día de la fiesta! Aunque volviendo a los recuerdos de antes: Envidio a esos niños que ven en esta fiesta la oportunidad de embriagarse solo de los momentos de alegría cuando la locura de la EPIDEMA nos envuelve a todos. Tener la oportunidad de ser niño de nuevo, dejando que cale en nuestros huesos esa despreocupación por lo que llamamos sociedad. Aquello que nos influye para dejar atrás lo que fuimos, los deseos y los momentos importantes. Cuando toda preocupación se centraba en un corto espacio de tiempo “el instante”.

 

Hoy, ese instante está envuelto en demasiadas intromisiones las cuales nos conducen por el camino del: “No me escuchas” “Tenemos que ser serios”, “Protégete” “Lo siento, no puedo”, “Debes hacer”, “Es tarde”. En alguna ocasión seria mejor no hacer caso de todo ello y dejar que la vida haga posible un nuevo comienzo. Me pregunto: ¿No será eso lo que sucede cada nuevo año, cada día? ¡Comenzar de nuevo, es siempre tan hermoso! Alguien dijo hace tiempo:

“Deja que la vida te sorprenda, ella siempre tiene razón”.

 

De ser así tendré que darle una oportunidad a este día. De cualquier forma Octubre esta de nuevo frente a mí. Todo parece distinto en el pueblo: los niños, la gente. Aunque dejándome guiar por el deseo de comenzar,  me sorprendo contemplándola. Ha pasado el tiempo aunque Ella sigue igual que siempre; su cabello moreno le cae delicadamente sobre sus hombros, en su rostro ovalado se descubre la ternura y la paz, mientras en sus brazos sostiene a un niño, su Hijo.

 

Me conmuevo al verla, al tiempo que siento como surge el niño que esta en mi interior. Durante un instante sé que puedo tocar la aurora sólo con mirarla, como si bastará su presencia para poder llenar un espíritu gastado. En el silencio, mi deseo de comenzar de nuevo parece transformarse en sonidos de palabras:  “ Deja que Ella te sorprenda, siempre tiene razón”.

 

Entradas populares de este blog

LA FIBROMIALGIA AL DESNUDO

EXITOSO CONCIERTO OFRECIDO POR JAVIER ARTIGAS PINA EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE ÓRGANO EN LA PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZÓN

9 DE NOVIEMBRE "UN RAMITO DE VIOLETAS"