Día del maestro
Enseñarás a volar,
/ pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
/ pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
/ paro no vivirán tu vida...
Pero sabrás que cada
vez que ellos/ vuelen, piensen,
sueñen, canten, vivan...
Estará lo sencillo
del camino/ enseñando y aprendiendo...
Madre Teresa de
Calcuta
Abro la ventana con una fecha que no debería pasarse
por alto, hoy “Día internacional del Docente” se homenajea a unas personas
comprometidas con el futuro. Ese que tiene que ver con nosotros y con nuestros hijos.
En cualquier caso, se trata de recordar, al menos por un día, la labor de
aquellos que en las aulas imparten las clases a nuestros hijos.
En España se celebra el Día del Maestro en honor de San
José de Calasanz, sacerdote y pedagogo precursor de la educación
moderna. Así mismo,
luchó por que en cada país se utilizase la lengua nacional además del latín,
idioma en el que se instruía en aquellos tiempos. Para ello, envió más de
10.000 misivas alrededor de toda Europa con el objetivo de ganar adeptos a su
causa.
No se porque (ni sé si seré la única) pero cuando utilizo
la palabra maestro yo lo identifico a los profesionales que enseñan a los niños
más pequeños En cambio cuando los niños se hacen mayores, mi cerebro demanda
otra palabra: profesor.
Pero ¿Qué sería de nosotros sin los maestros o
profesores? Tenemos los mejores maestros que jamás ha habido en España, esto no significa que no puedan o deban mejorar,
siempre contando con un poco de apoyo y buenas motivaciones. Y eso no es lo que sucede
en la España de los recortes. Los maestros, tutores, profesores o
como queráis llamarlos, se están
enfrentando a grabes problemas. Sobre todo este año que dentro de las aulas se
enfrentan a un nuevo problema “la COVID” sorteando las dificultades.
Muchos maestros
y maestras ejercen su labor diaria con estos y otros problemas que los llevan a
la depresión o enfermedades psicológicas: adolescentes semi-analfabetos faltándoles
al respeto, amenazándolos; padres que no inculcan a sus hijos unas mínimas
norma éticas y que, además, no ayudan a los profesores a conseguirlo. En fin, una
sociedad que se aleja del tema escolar.
Aunque, no
podemos generalizar ya que hay padres que colaboran con los maestros y se
preocupan de la educación de sus hijos; como hay chicos y chicas, inquietos,
estudiosos, por los que merece la pena luchar; y maestros que cada día se dejan
la vida en las aulas.
El maestro
enseña a ser un poco más solidario, un poco más responsable, un poco más libre,
un poco más humano, un poco más feliz… “educar” es “conducir”, llevar al
discípulo hacia su propia perfección, sacando del fondo de su ser todo lo que
allí esconde. Ser maestro consiste en hacer que los niños crezcan y lleguen a
ser adultos responsables, ciudadanos maduros y felices.
Hoy 27 de noviembre se celebra el “Día Intencional del Docente” a cuantos educadores tenemos en los centros de nuestra ciudad, por la maravillosa labor que realizan con los niños y jóvenes
¡Muchas gracias!

