En silencio ¡Se marchó!
Acababa de amanecer, fue entonces cuando recibí la noticia. El silencio fue roto por la voz de un amigo que me comunico con tono trágico, casi un murmullo, como un lamento: ¡Se ha marchado!
-
Pronto…, muy pronto hemos tenido que decirle adiós…
-Es
un día triste, ¡pero ya sabes! Son muchos los recuerdos que nos deja. Aquellos donde
dábamos forma a tantos proyectos… Sus fotos, cientos, miles de imágenes
atrapadas en el tiempo como retazos de toda una
vida.
El
próximo domingo, Domingo de Ramos, cuando tendría que salir el San Juan, los
niños con Los Evangelios (tu creación) la Borriquita y un manto de palmas que
adornarían las calles junto al sonido de las marchas… todo será silencio. La
Semana Santa (éste año un vez más de pandemia) se vivirá hacia dentro, muy
dentro… en los hogares y en el alma de los auténticos cofrades. Y tu Javier presenciarás
desde esa atalaya privilegiada: desde el cielo, a cada uno de tus hermanos.
Y
se marchó
Y a su tren le llamó, Libertad
Y en el cielo descubrió gaviotas
¿Dónde irá? ¿Dónde irá?
No podemos olvidar que tras la oscuridad, el silencio, y la soledad, siempre llega el gozo
de la Pascua, de la victoria de Cristo que, Resucitado, proclama que es Señor
de la vida y de la muerte.

