CUBA EN LA HABANERA
Me pregunto… ¿Qué sucedía en Cuba el siglo pasado para que los marinos regresaran con estas melodías entre sus equipajes? Y entonces surge en mi imaginación esa hermosa cubana de ojos profundos, que al caminar produce el balanceo soñoliento propio de las verdes palmeras. Las dulces palabras de la hermosa criolla arrullan el descanso del marino que en la hamaca, perezoso, cede ante el tenue vaivén que origina el aire del abanico. Ella de corazón tierno, deposita el espléndido tesoro de su belleza junto al hombre, y así él queda profundamente dormido. Todo ello dibuja una Cuba que ya no existe y que apenas creo que existiera.
Atrás queda la Cuba soñada inspiradora de canciones y melodías
cantadas aquí, a las puertas de las casas. Atrás la ensoñación en la noche de
verano, y las palabras que pudieron ser el inicio de una Habanera. Sin duda la Habanera
puede dar una idea de cuanto sucedía en Cuba en el siglo XIX y el dolor que
llegó a suponer para nuestros compatriotas, allí afincados, ver la extirpación
del último trozo del imperio.
Pregúntale a las estrellas
Cuando en la noche me ven llorar,
Pregúntale si yo busco
Para quererte la soledad...
Habaneras, melodía mezcla de historia, tradición, cultura y quién sabe si futuro, dibujan a una tierra
que no se merece tanto dolor. ¿Dónde está aquella Cuba de los marinos que regresaban
con las canciones, con clara influencia española? ¿En la Habanera?... Lejos quedó
la historia de marinos y amores frustrados. Hoy Cuba se ha cansado de llorar,
de sufrir y grita su angustia. Antaño lo hicieran los marinos que regresaban de
“allende los mares” pero como la música puede ser una poderosa herramienta, hoy
los poetas y compositores recogen el testigo para componer historias que
reflejen la dura realidad… “Patria y vida” gritan con desesperación en esa Cuba
que ante todo… es de su gente.
Mientras la Habanera responde…
"A dónde iremos
para siempre volar.
A Torrevieja,
donde el cielo es el mar"


