Una noche sin el Tenorio
Publicado en noviembre 2009
…y llegado
el mes de noviembre me acerco al cementerio, y lo veo invadido de flores que
adornan las tumbas. Como en todo pueblo y ciudad, en Torrevieja, el Día de los
Difuntos, se honra a los muertos, (un rito que muchos realizan, después de
consumir las calabazas asadas y los “huesos de santo”). Años atrás, incluso el
espíritu de don Juan Tenorio recuperaba la mítica tradición española, de ser
representado en el teatro, acercándonos al héroe de Zorrilla
…que apostaron es notorio /a quien haría en
un año, /con más fortuna, más daño, /Luís Mejía y Juan Tenorio
Don
Juan Tenorio, ha sido la obra más popular, conocida y emblemática de toda la
historia del teatro español. Entre sus múltiples puestas en escena en nuestro
pueblo, podría destacar la llevada a cabo por Maruja Conesa, Gregorio Dolón o
Nati Cepedes y tantos otros, que nos mostraron al afamado galán en numerosas
ocasiones.
D.
Juan espada en mano, embozado y dispuesto a la conquista femenina, se ha tomado
vacaciones de tanto ajetreo amatorio. Incluso la representación sobre un
escenario del héroe de José Zorrilla ha pasado a un segundo o tercer plano, gracias
al apoyo popular por la fiesta de Halloween.
¡Ya
ni D. Juan es un Tenorio, ni Sevilla tiene a su burlador!
Por
cierto, creo que el conquistador, ha bajado del escenario para vender su vida en
los platos de alguna televisión que pague bien explicando a los periodistas del
corazón, aquello de:
Por donde
quiera que fui,/ la razón atropellé /la virtud escarnecí, /a la justicia burlé
/y a las mujeres vendí. /Yo a las cabañas bajé, /yo a los palacios subí, /yo
los claustros escalé /y en todas partes dejé /memoria amarga de mí.
Sí,
Don Juan es capaz de ser inmortal, pero ¿sin las circunstancias que lo rodeaban
sigue siendo un personaje interesante?. Tal vez sí, aunque distinto. Atrás quedan
las rejas y conventos donde la pureza de la mujer está a salvo. Hoy cuando las
relaciones sexuales son fáciles. Cuando hombres y mujeres disponen de una gran actividad
social, Don Juan ha perdido toda su gloria. Incluso ya no son necesarias
las argucias de Ciutti y Brigida capaces de grandes intrigas. Simplemente un
“imel” o mensaje al móvil, es suficiente para concertar una cita. Además, el
donjuanismo es cosa tanto de hombres como de mujeres. Así la hidalguía no
resulta tan necesaria. Hoy Don Juan pinta canas y “pasa” de comprometerse con
relaciones responsables y duraderas. Lo propio de éste D. Juan, de hoy, son los
amores de una noche de hotel, que le lleva a deseos casi-cumplidos y burlas
casi-logradas. Esta es su fuerza y su grandeza. Aun así, es justo decir…
Búsquenle los reñidores;/ Cérquenle los jugadores;/ quien se precie, que le ataje; /Y a ver si hay quien le aventaje / en juego, en lid o en amores.