Día Mundial del Agua 22 de marzo
Publicado en marzo 2010
La ONU lanza la idea, este 22 de
marzo, Día Mundial del Agua, sobre la gestión, recursos hídricos y las
características del agua, temas tan importantes como la cantidad. El mensaje se
centra en el bienestar humano, los ecosistemas y calidad del agua. Un bienestar que
pasa por saber como se tiene que cuidar el agua.
En la zona del
Levante y concretamente en Torrevieja, lo del agua, es un tema de suma
importancia. Hace pocos días Hernández Mateo recordaba a un grupo de jóvenes
que desde hace siglos, Torrevieja aprendió a cultivar el agua del mar mediante
la extracción de la sal, gracias a ello las salinas producen toneladas de sal
al año. Asimismo el Alcalde explicó a los jóvenes, como las nuevas tecnologías,
llevan, en la actualidad, a desalar el agua del mar. Ejemplo de ello lo tenemos
también en Torrevieja, con la mayor planta desaladora de Europa y segunda del
mundo.
Sin duda el agua
ha sido un tema que ha marcado diferencias en cualquier época y lugar. Hoy como
ayer, quien tiene agua tiene un tesoro. Puedes ser dueño de tu huerto o
de tu parcelita en la urbanización... pero sólo de suelo arriba. Si el agua es
un bien escaso, como dice el tópico, la lucha por su posesión es un mal
abundante en el mundo.
“Dad de beber al
sediento” decía el mandato evangélico, que se convierte en mandato legal: de
beber al sediento... y de regar al los agricultores. Si hay un enfrentamiento
con el que más se ha dividido España es el de la España seca y la España húmeda. Y para evitar
esto surgen las desaladoras. En el día Mundial del Agua se habla de la calidad
del agua, de ecosistemas y bienestar humano, mientras salen voces que apuntan
que la desaladora como alternativa es cara y contaminante, con elevados costes
de producción, aumento de la tarifa eléctrica, mantenimiento y reposición de
los equipos, incremento de CO2 derivado de la producción de energía, etc. Y
seguimos con lo que seguimos, con la lucha por el agua, algo que nos viene de
lejos.
En un arranque
de imagen periodística, creo que incluso Goya ya pintó la barbarie que lleva dentro
el hombre, en el cuadro donde dos españoles
enterrados hasta las rodillas, luchan a garrotazo limpio. Se me ocurre imaginar
que ya discutían por el agua de los regadíos, viendo de quien era el canalillo de
agua que corría por la acequia.
Ni el
tradicional tribunal de las Aguas de Valencia, con su arbitraje entre lo seco y
lo húmedo, puede dar solución a tan escabroso tema. El agua es la división que
separa mucho más a los españoles que derechas e izquierdas, ricos y pobres,
católicos y agnósticos o madridista y catalanes… ¿Dónde estarán los zahoríes
que recorrían los campos con su varita de avellano, en busca de una gota de la
deseada agua?