HOY TORREVIEJA ESTÁ MÁS TRISTE
Abro
la ventana hoy con el recuerdo de las palabras del sacerdote torrevejense
Antonio Pamies Andreu, cuando en la despedida de su fallecido hermano, Manuel
Pamies Andreu dijo:
Hoy Torrevieja está más triste.
Fueron
palabras que quiero añadir a éste escrito. Ayer 19 de marzo se despidió a un
padre, un abuelo, un gran comunicador, un amigo de sus amigos y un amante de su
tierra. Cierto es que Torrevieja ésta más triste. Manolo Pamies se ha marchado
y se ha marchado un recio periodista torrevejense de amplio recorrido
profesional. Sé que en estas tristes circunstancias puede sonar a tópico lo de
que fue un gran tipo pero así es.
A
los 74 años de edad, tras una larga enfermedad Pamies (que así se le conocía)
deja un recuerdo imborrable en toda la profesión periodística de la Vega Baja,
y nos deja más de 50 años de profesión de los que podemos aprender.
Manuel
Pamies dejó su impronta de informador en diferentes medios de comunicación como
el Semanario Municipal Vista Alegre, la Agencia EFE, Cadena Ser, pero gran parte de su carrera la
desarrolló en el diario Información, como corresponsal en Torrevieja, su
ciudad. No le podremos leer en su columna semanal, ya que Pamies se ha marchado
“a sotavento” por donde se va el viento, y se ha marchado a ese lugar donde el
viento se dirige. Hace dos años editó el libro “Contra viento y marea”, título
que lo definía perfectamente, ya que se hizo destacar sobre el común del
periodismo por su blindado desafío, jamás se plegó a intereses espúreos,
haciendo gala de una fortaleza misteriosa y elegante frente a la adversidad,
era un republicano convencido, con su gorra de capitán, ya que fue un gran
amante de la mar a la que se acercaba cada día, casi a punto de amanecer.
Hasta
el último día, plasmó en su columna, a modo de lección, lo que su ciudad podía
ser y que apenas consiguió. Sus últimas palabras en ese “A Sotavento” casí
pueden ser una llamada de atención en cuanto al turismo de Torrevieja:
“Llevamos
más de 35 años diciendo que «estonotienearreglo» o «estonotieneremedio» y aquí
seguimos.
Parece
como si estuviéramos esperando a abrir la ventana una mañana y que así, de
repente, nos haya llegado la primavera”
¡A
dios maestro!
