LAS MUJERES TAMBIÉN CREAN FUTURO
Hoy llego hasta mi ventana con la idea de hablaros a
vosotras, las mujeres. Estamos próximos al 8 de marzo Día de la Mujer Trabajadora ,
un buen momento para recordar que la formación unida a la información, llega a
eliminar barreras. Pero en este sentido, todavía falta mucho por hacer, y no
sólo por parte de las mujeres, también por los hombres. Igualar el número de
personas preparadas ayuda a igualar las oportunidades. Aunque la falta de
comprensión, de quien piensa que las mujeres, no son capaces de una preparación
adecuada para determinadas profesiones, llega a crear barreras infranqueables.
Esto se refleja en los datos del Ministerio de Asuntos
Sociales, donde se dice que el 64% de las mujeres en paro están relacionadas
con actividades donde la presencia de las mismas están muy representadas, incluso
se habla de saturación. De forma que el mercado abre paso al crecimiento del
empleo femenino y pasa por introducirse en actividades realizadas
tradicionalmente por hombres, rompiendo la barrera del sexo. Según los datos
sobre la distribución del empleo en España, el sector donde más representación
femenina existe es el de servicios, mientras que la industria, la agricultura y
la construcción el índice es menor. Y en estos sectores los pequeños pasos, sin
duda, son como huellas de gigante. Por lo que, profesiones como carretilleras, reponedoras
en superficies comerciales, soldadoras, conductoras de camión, autobuses o
ambulancias, vigilantes jurados, informáticas, brokers o pilotos de avión son,
trabajos en los que la mujer es una recién llegada.
No obstante es necesario pensar, en un día tan
señalado como el 8 de marzo, que la situación de las mujeres en el mundo, más
concretamente, las que habitan en los países en desarrollo, según informes de la ONU , son las que realizan 2/3 del
trabajo: Se las puede ver amamantando y criando de los hijos, cuidando a los
enfermos, a los mayores y discapacitados. Trabajan en casa, en la economía
sumergida como cocineras y limpiadoras; en la agricultura, como vendedoras
ambulantes o trabajadoras sexuales. Así como en profesiones donde desempeñar un
trabajo en el que desarrollar su potencial dentro de la sociedad, sólo que
aquí, una vez mas, el trabajo de la mujer se centra mayoritariamente en el
cuidado de las personas -en hospitales, en escuelas, trabajadoras del hogar,
como niñeras, asistentes personales y en menor medida como empresarias- Hay
momentos en los que parece posible hacerse ilusiones, en cuanto a la situación
mundial de la mujer, pero de nuevo volvemos a la realidad. Y como hace años, la
mujer tiene que seguir luchando para obtener unos derechos otorgados por y para
los hombres.
De forma insistente, a la mujer se la ha clasificado,
a lo largo de la historia, por unos determinados parámetros: Ha de ser buena
ama de casa, excelente madre y esposa, y claro está, en la actualidad, guapa y
con una buena figura. Ejemplo de ello está en la publicidad que nos bombardea
diariamente en los medio de comunicación.
Hoy cuando las
altas tecnologías nos llevan a recorrer el globo terrestre en segundos, las
mujeres siguen siendo una mercancía valiosa y fácil de manejar. Por ello, en un
día como el 8 de marzo, es momento para que la dignidad de la mujer se vea
recompensada con una serie de reconocimientos sociales, como es el de la
igualdad de sus derechos con respecto al hombre. El reconocimiento de su
aportación a la vida familiar, tanto como al trabajo, a la cultura en todas sus
vertientes, y por que no, al mundo de la política actual. Las mujeres están cada vez más
presentes en la vida económica, social y política, y su papel no deja de evolucionar.
Además, sería lamentable desaprovechar el enriquecimiento que representa la
implicación de las mujeres en todos estos campos. Este enriquecimiento afecta
tanto a los temas de interés como a los objetivos. Gracias a la lucha y esfuerzo de numerosas mujeres,
hoy podemos decir que incluso el ser “ama de casa” no es ninguna imposición,
sino un estilo de vida. Aunque habría que aclarar que dentro de esos derechos
conseguidos por quienes fueron unas pioneras, también se debería de contar con
el reconocimiento a una labor importante para la propia sociedad, el hecho de
ser “Mujer trabajadora... en el hogar”.
