Cuaresma y tiempos de esperanza
Febrero 2010
Los prodigios de
Torrevieja, son las sorpresas que te da la ciudad. Nunca acabas de conocerla,
por mucho que te bebas los vientos por ella. Así Torrevieja me da la
oportunidad de ver llegar la
Cuaresma. El poeta que nació rodeado de naranjos intuye la llegada
de la primavera. Yo sé cómo llega ese tiempo de bando de ceniza que anuncia el
camino del cortejo de luz primaveral. Llega cómo llega todos los años. De la
mano del desagravio al Hijo de Dios. Me di cuenta perfectamente este Domingo de
Carnaval (que no sábado por culpa de la lluvia). Estaba rodeada del sonido cercano a los ritmos
calientes. Fue entonces cuando surgió la paradoja. La Cuaresma estaba por
llegar, y el cielo se cubrió de color ceniza. Tras el desfile, la fría neblina se
imponía como ceniza de brasero sobre la ciudad, avisando en el cielo plomizo,
que habría de Resucitar el Hijo de Dios.
Pasó el
Miércoles de Ceniza. Y lo que Torrevieja esperaba, ah, rarezas del momento, es la
noticia de la llegada de un gigante, la llegada de Microsoft, de forma que la luz
de ceniza, se trasforme en el dorado brillo, cuajado de esperanza, que nos
ofrezca un giro en el futuro de la ciudad. Así surge lo más terrenal.
Se anuncia la
llegada del grande. Esto acapara el interese de propios y extraños. Toda la
prensa se hace eco. Como si se tratará de un verdadero espíritu… el espíritu informativo
capaz de captar la atención del público. Con su luz propia, se escucha por todos
los rincones el anuncio de la llegada. La ciudad espera. Sosegada y en calma,
como corresponde al tiempo de Cuaresma. Silenciosa a la par que expectante,
como corresponde a las noticias sin confirmar.
Apenas se ve
pasar a la vieja doña Cuaresma en solitario, mientras la ciudad especula con la
llegada de Microsoft y
su efecto renovador. Sin duda un gran adelanto en Innovación y Tecnología
Sanitaria. Su llegada es una revolución en el terreno de la
sanidad y un gran logro para la ciudad salinera ¡Torrevieja ocupando un espacio
singular en el mundo, de la mano de este gigante!.
Tal vez nuestros
hijos y nietos continuarán de nazarenos o capirotes que anuncian la Resurrección. Mientras
el futuro es de las innovaciones en la informática y la sanidad. Frente a la nostalgia
de los recuerdos de antaño, se abre una nueva puerta; jamás nuestros sueños fueron
capaces de imaginar algo semejante para la ciudad. Sí he visto llegar la Cuaresma palpado la cercanía de esa luz mortecina y frente
a ella, la luz de un gigante: Microsoft.
Cuando la Cuaresma nos lleve a la
gran fiesta de la Pascua,
y escuchamos repicar las campanas señalando el gozo, pareciendo que a
Torrevieja se la bendice con la
Resurrección, muchos mirarán con el rabillo del ojo por ver si
el gran Microsoft, nos ofrece la gran celebración.