Mirando al mar...
Mirando al
mar...
Publicado en septiembre 2008
Hubo un tiempo donde Jorge Sepúlveda cantaba “Mirando al mar soñé/ que estabas junto a
mí...” entonces ciudades como Torrevieja miraban al mar de su pasado e
imaginaban como a través de ella, la mar, llegaban los suyos -es decir
los nuestros- que tras viajar a otros pueblos volvían a su hogar. Historias
envueltas en canciones que se convirtieron en la propia historia de la ciudad.
Pensando en ello creo que Torrevieja ha adquirido con los años una profunda
deuda con la mar a la que está unida en un vivo abrazo. Y es esa gran aliada,
la que de nuevo sirve de excusa y pretexto para que Torrevieja llegue a ser la
ciudad adulta que escribe su historia a orillas de la mar. En este capitulo
surge una nueva imagen que se forja como símbolo del municipio. Dentro del
cambio, lo destacable es la nueva construcción adaptada al medio marítimo. Esto
es algo que se puede ver en el Centro Cultural Virgen del Carmen desde hace una
semana. Y como si de una peregrinación se tratara, niños, jóvenes y mayores visitan
a diario la exposición de la Torrevieja del mañana. Se trata solo de una
maqueta pero la curiosidad de la gente les lleva a ver, a analizar e imaginar
como será el pasear por ese proyecto que cambiará la fisonomía de la ciudad. Y
todo para descubrir el secreto mejor guardado. El proyecto ha sido calificado
de ambicioso. Sin embargo no escapa a los visitantes que la nueva imagen de la
ciudad se proyecta siguiendo las corrientes arquitectónicas actuales. Espacios
públicos abiertos, amplios paseos a la orilla del mar..., todo dentro de la
remodelación que se realizará para adaptar la ciudad a los nuevos tiempos.
Atrás queda el perfil que antaño dibujaba a Torrevieja como una ciudad donde la
nostalgia llevaba al recuerdo de canciones como “Mirando al mar yo no sé qué sentí,/ que
acordándome de ti, lloré...”.
Dejando a un lado el romanticismo, creo que no es necesario recordar que Torrevieja
vive del turismo, y éste busca la ciudad soñada y pintada en miles de folletos
publicitarios. Una ciudad moderna, joven, viva y con identidad propia. A los
que se añade el pasado de los primeros marinos, el primer asentamiento
salinero, las primeras habaneras o las serenatas al pie de la reja -que todo
hay que decirlo- y en esa galería de imágenes se añade la Fachada Marítima de
la Torrevieja de hoy. Muchos son los retos que cualquier ciudad se plantea para
crecer sin perder de vista lo que fue, teniendo claro sus necesidades actuales
y futuras. Pero la transformación desde la arquitectura es cuanto se muestra en
la exposición del Centro Cultural, siendo al mismo tiempo una invitación a
pesar en los próximos cambios que experimentará la ciudad. Mientras tanto
Torrevieja sigue como siempre, mirando al mar.
