Ni lunes al sol, ni Full Monty
Publicado en noviembre 2008
Pueden creerme, nadie se puso a
bailar al ritmo discotequero de Donna Summer amenizando la espera en la cola
del paro, como sucede en la película inglesa de Full Monty. Y haciendo uso de
otra película, esta vez más nuestra, el pasado lunes, tampoco fue un “lunes al
sol” ya que a diferencia del personaje que interpreta Javier Bardem, sí pisaron
el suelo del Servef (Servicio
Valenciano de Empleo y Formación) muchas personas que iban en busca del
subsidio de desempleo. Lo cierto es que los lunes, con o sin sol, son mucho más
duros cuando se carece de trabajo.
Y
como viene ocurriendo en toda la geografía española, aquí en Torrevieja los
lunes y el resto de la semana son días de espera. Esperas en la cola desde
antes de amanecer. Hay quien desde las
cuatro de la madrugada acompañado por una silla plegable y un termo con café
caliente, espera... para poder coger turno. Y cuando llega el momento
una maquina te ofrece un número. No es
la imagen de una oficina del paro en alguna capital, se puede ver en la
oficina del Servef en la calle Galeón de
Torrevieja. La verdad es que nuestra ciudad no es una excepción. Aquí
como en el resto de España, cada mañana,
decenas de personas acuden para sellar o formar parte de la estadística. Pero cuando
se habla con ellos te das cuenta que tras esas persona existe una
familia, la hipoteca y los gastos que una casa conlleva. Y es que la cola del
paro ya no es lo que era. Si dejamos a
un lado las cifras, podemos ver el goteo incesante de
inmigrantes, madres con niños pequeños, jóvenes, universitarios y hombres todos
ellos angustiados... que esperan inscribirse en el Servef cada día.
Y
una vez en el interior de la oficina
vuelven a esperar. Un letrero electrónico no deja de escupir dígitos.
Uno tras otro. La gente espera su turno. Mientras en ese tiempo se genera
cierta corriente de camaradería. Unos ayudan a la hora de rellenar los
formularios a quien apenas entiende el idioma. Un hombre dormita en el asiento
de enfrente. En un rincón un chico que no llegará a los veinte años juega con
la play.
Durante
la larga espera alguien afirma que este año hasta Santa Claus va a estar en la
cola del paro. Incluso bromea al decir que Santa ha dejado en la protectora de
animales a los renos por no tener con que alimentarlos (las horas de espera dan
para cierto humor sarcástico). Aunque rápidamente otro comenta -Dijeron que
hace pocos días en Torrevieja habían ya más de 5.000 parados... más los que
estamos aquí- se miran unos a otros y en sus caras se adivina la incertidumbre. Eso es lo que hace de esta situación algo muy serio,
ya que todos ignoran qué pasará mañana. Y todo sucede un lunes... en la cola
del paro.