Una historia casi real
Publicado septiembre 2008
Ante el 21 de septiembre, día mundial del Alzheimer, solo se me ocurre una frase: “Yo sigo a tu lado”. Y de esta forma Torrevieja se unió hace cuatro años a las personas y familiares de los afectados por el alzheimer. Pero son aquellos que forman AFA (Asociación Alzheimer de Familiares y Amigos de Torrevieja) quienes ponen un rayo de esperanza en todos ellos. Hoy ya son más de 252 socios. Y no obstante cada día es un nuevo día. Aunque para estos enfermos pueda parecer el mismo. Si escuchamos a los familiares nos podemos dar cuenta de la difícil situación en la que viven. Historias todas ellas distintas, y a la vez iguales que están ocurriendo en estos momentos:
-Cuando me acerco a ella encuentro en su mirada ese vacío que nos distancia desde hace tres años. Como si estuviera en un mundo en el que no puedo entrar. Ni puede compartir conmigo. Hoy sólo cuento con esos recuerdos donde aparece como mi compañera de momentos felices. Y aun así siento una gran soledad a su lado... ni un susurro. Ni una palabra. Nos une el murmullo de la brisa. El canto del jilguero que rompe el silencio. Cuando esto sucede me doy cuenta que ambos miramos hacia la jaula donde nuestro pequeño compañero canta. Ella, como una niña sonríe. Yo, al verla feliz, me siento rejuvenecer. Su alegría hace que surja el sentimiento de esperanza en mi interior. Hace tres años que la estoy contemplando. Tres años en los que se ha alejado, despacio, en silencio y sin poderlo evitar. Ella sigue a mi lado pero está demasiado lejos. Lejos de este lugar. Lejos de nuestro hogar. Y lejos de esos años que nos unieron. Por un instante sus ojos se clavan en los míos. Y en ellos veo cómo se agranda esa sombra de confusión. Yo le cuento todo lo que vivimos juntos... —¿Recuerdas, las veces que me sonreíste? ¡Cuántas veces...! ¿Y las veces que me mandaste ordenar mis cosas?- Espero su respuesta. Ella mira el reloj de pulsera que le regalé hace tres años... y sonríe.
“¿Por qué las manecillas corren sin detenerse? ¿Que día es...?¿Por qué me mira?. No es bonito olvidar... ¿Qué hago aquí? No es bonito empezar a decir algo que... ya he olvidado”
Ha pasado la tarde. Una más. Su
mirada me dice que ha descubierto algo. Antes que la sombra del olvido cubra
sus recuerdos le digo: ¡Mírame!. Pero de nuevo agacha la cabeza dejándose
atrapar por el vacío. ¿Qué hace con ese lápiz? ¿Qué dibuja?.¡Dios mío es algo
parecido a un corazón!
“¿Quién es? Su mano es calidad. Eso que resbala
por su mejilla es una lágrima... Creo que le conozco, aunque... no sé”.
Deseo tanto ver la señal que me diga que
comprende. Yo le diría: Cuando aparezca la sonrisa o las lágrimas en tu mundo,
yo seguiré aquí.
21 de septiembre Día Mundial
del Alzheimer