Un jueves reluciente
Publicado junio 2010
Dice
el refranero popular: “Hay tres jueves en el año que relucen más que el sol:
Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión”
En
la actualidad nada de jueves, y en cuanto a que reluce… no más que otro día.
Será el domingo cuando el Santísimo recorra las calles de Torrevieja,
acompañado de los niños vestidos de Primera Comunión. A su paso y en los
altares puestos para la ocasión, irán echando pétalos de flores creando así una
alfombra floral al paso del Santísimo.
Atrás
queda el tiempo cuando se engalanaban las calles por donde procesionaba el
Santísimo. Celebración que ha sido relegada al cajón donde se guardan las fotos
en color sepia. Incluso a la hora de desaparecer ciertas tradiciones, ha
desaparecido la laboriosa tarea de hacer “porras” para los más pequeños, con
las ramas de junco que cubrían, a manera de alfombra, el suelo por donde
pasaría La Custodia, demostrando la gran habilidad de padres y abuelos. Solo los
niños con sus trajes de comunión continúan formando parte de la comitiva abriendo
paso a lo que vendrá bajo palio, el Cuerpo de Cristo.
El
Corpus también ha sufrido una adaptación a la vida civil. Casi toda España lo
celebra el domingo, aunque la tradición sigue recordando el jueves como el día
de la festividad, siendo señalado como uno de los tres jueves que en el año “relucen
más que el sol”.
Pero
el día del Corpus guarda otra significación. Caritas celebra el Día de la
Caridad, el ofrecimiento generoso en esta ocasión con el lema para esta jornada
anual de “Ofrece, sin pedir nada a cambio”, hoy más
actual que nunca en relación directa con
la Eucaristía. Con ello se pretende concienciar a la sociedad sobre la pobreza que lleva a la exclusión social, mermando
las posibilidades de acceso a los derechos fundamentales del ser humano. Sin
duda en este tiempo de crisis los pobres y parados que apenas tiene para pasar
el día, son la expresión visible de la sociedad actual. Es una obligación
afrontar el desafío, ya que está en juego la dignidad de la persona y de la
sociedad misma. Sin duda la libertad del ser humano está en función de hacer
frente a sus deberes y obligaciones ante la sociedad, y esto es difícil cuando
apenas tienes lo imprescindible para comer.
Los
distintos programas organizados desde las parroquias es la gran tarea de
Cáritas en todo su conjunto. Cada día más son las personas que llegan a Caritas
y son beneficiadas por el trabajo de voluntarios. El objetivo prioritario de
Caritas Parroquial se centra en las necesidades primarias que deben ser atendidas,
como es la integración de las personas en la sociedad disfrutando de una vida
digna.
A
los responsables y voluntariado, gracias por la generosidad en ofrecer lo que tienen,
sin pedir nada a cambio. Sin duda, la Caridad todo lo puede.