ROMANCE DE ESPERANZA
Publicado en septiembre 2010 Vistalegre
Camina Torrevieja al otoño, un otoño de paso
lento y marcado. Otoño de naranjas y de higos blancos, de tarde de septiembre que
al despedirse le cuesta trabajo, aferrándose a las saladas montañas y al lago
rosado, donde se refleja el blanco Esperanza y el verde remanso de manto.
El tambor y la corneta suenan al punto se une la
gente en cortejo pasmado, aguardan… la romería;
el Viernes de silencio y llanto; la Cabalgata de Reyes con Gaspar, Baltasar y
Melchor; la maratón popular; la magna procesión; esperan, y esperan ver que ocurre
en esta ocasión.
Alguien dirá: ¿Sabes lo de la Esperanza? ¿Sabes
lo de la fiesta y el manto?
- Sí, lo he visto en los periódicos lo ha dicho
la radio, y un amigo costalero de muchos años, me lo ha confirmado. Todo está
preparado. Ella más hermosa que nunca con triste sonrisa en sus labios, saldrá
de la Inmaculada y vendrá hasta mi barrio. La Madre que dio al mundo su Hijo,
nos mira desde muy alto.
Como trueno sin relámpago, como tormentón que
el cielo siembra de rayos, la noticia corre con ligeros pies alados. Ya la
prensa lo ha anunciado: Torrevieja celebra de María el Dulce Nombre, postrándose a sus plantas en rezos inmaculados.
Veinticinco años y apenas el tiempo ha pasado. Hace
veinticinco años que sus tres primeros Hermanos, sin cofradía ni
penitentes pensaron en Ella bajo palio. De cuando apenas era una idea, recuerdo
que más que idea fue un presagio: Esperanza y Paz para cofrades, nazarenos,
costaleros y a todos los hermanos. El sitio bien preciso “Las Lagunas”. Sus
seguidores jóvenes de toda edad, hombres de todo rango. Veinticinco años que la Esperanza se empadronó en Torrevieja y, como Vecina
y Madre por todos está velando. Son veinticinco los años que Torrevieja le dio
a la Esperanza un rostro humano.
Hoy suenan las campanas y mil voces están
contando que en Torrevieja la Esperanza salinera, nos entregó al Hombre, el
Dios Hijo, el Soberano. Camina con mirada perdida y ternura en sus manos, sobre las hojas de otoño que forman para Ella
un manto. En su pecho la agonía por el Hijo Crucificado, sereno está el
rostro de cera por donde resbala el llanto. No es Domingo de Ramos que a todos
gusta estrenar, hoy las campanas anuncian que la Madre de Dios, con su dolor de
esperanza a cuestas a todos sus hijos quiere abrazarnos.
Desde la Acequión a la Punta son muchos los que han estado a su lado. Ya las golondrinas me avisan que por la calle abajo,
se ve el perfil de lágrimas cómo celestiales lucero brillando. Así me entere
del revuelo, así la vi pasar a mi lado, hace veinticinco años fue paloma de Paz
a mi lado. Con ese rostro sereno de Madre mira a todos sus hijos… desde
lo más alto.