Una de rebeldía
Publicado en enero 2011 Vistalegre
Me pregunto si
Sara Montiel podría hoy cantar aquello de “fumando espero…”
La verdad es que
comenzamos el año echando humo, de ese que sale después de tener los ánimos
calientes, que no del cigarrillo que uno se fuma cuando intenta calmar la
desesperación, dando unas caladas.
Sí, comenzamos
el año pidiendo: “Virgencita que nos dejen con la ruina, antes que llegue lo
que esta por llegar”. Comenzamos el año con la dura
batalla electoral, solo que a esta España nuestra, no la divide ya las autonomías;
ni la historia; ni el Madrid-Barça; también la divide la ley del aborto; los
heterosexuales y homosexuales; los toros o no toros; y si esto no aporta
bastante divisiones, ahora, los fumadores y no fumadores.
Que puestas así las cosas cuando se case la niña, si Las
Gaes no nos dejan poner la marcha nupcial, la Guardia Civil te quita puntos por
beber y el padrino no puede dar el purito Cohíba, las bodas salen por cuatro
duros. Lo mejor es pasarse a eso del chupa chups (que por otro lado es un
producto español
nacido en Asturias). Quien no recuerda en los años 60
y 70 a Telly Savalas, "Kojak" un teniente de la policía
de Nueva York, popular por su adicción a los caramelos de palo. Si él podía
llegar al fondo de los problemas utilizando su experiencia mientras saboreaba
un “chupa Chups” ¿que no haremos nosotros si nos
ponemos?
Pero dejando
atrás las prohibiciones y apagando ya las luces de Navidad, que el recibo este
mes va a estar por las nubes, nos metemos de lleno en el tramo final del curso
político, la meta el 22 de mayo. Nos quedan cuatro meses para la cita con las
urnas. Los candidatos van calentando
motores.
Los estrategas de los partidos políticos comienzan a mirar al horizonte, aunque
a la ciudadanía le sigue preocupando algo esencial: el trabajar.
Las cifras del
paro se disparan como el rayo que no cesa, y se colarán en los programas de los
partidos políticos. Lo saben los más de diez mil parados de Torrevieja, y los
más de cuatro millones y medio de parados de toda España; los miles de pequeños
y medianos comerciantes, que al abrir sus negocios cada mañana viven a golpe de sacrificio, esfuerzo e
imaginación.
Esto se ve en
nuestras calles. Y se puede sentir cuando hablamos con ese amigo que al echar
el cierre en su establecimiento, explica casi con desesperación, las horas que
pasa haciendo números para ver cómo aguanta en medio del vendaval económico.
Las cifras cantan, la crisis arrasa de forma espeluznante, la economía tiembla.
Mal síntoma para afrontar la batalla. El empleo se presenta como la gran espada
de Damocles. La realidad, una sociedad donde el paro sigue siendo la primera
preocupación social.
Con todo eso
¿Quién no se fuma un cigarrillo para relajarse?
Si a esa persona
que siente deseos de crear, se le une la tecnología existente, llegaremos a
integrar la cultura en la vida diaria. Durante cinco años Ars Creatio se ha
esforzado por trasmitir la plasticidad, talento y la estética de quienes
realizaban sus obras en la soledad de sus hogares sin más proyección que el
disfrutar en solitario de ellas. Hoy todos ellos, todos nosotros, lo estamos
consiguiendo.